Santo Domingo vive una de las tragedias más dolorosas de su historia reciente. El icónico club nocturno Jet Set se convirtió en escenario de horror luego de que su techo colapsara la madrugada del martes durante un concurrido concierto de merengue, dejando al menos 113 personas muertas y más de 255 heridas, según informaron las autoridades.
El siniestro ocurrió mientras el público disfrutaba de una presentación del famoso cantante Rubby Pérez, quien se encuentra entre las víctimas fatales. Testigos relataron que, momentos antes del derrumbe, una nube de polvo comenzó a caer sobre las bebidas de los asistentes, antes de que el techo colapsara por completo sobre la pista de baile.
Víctimas de alto perfil entre los fallecidos
La magnitud de la tragedia ha estremecido al país. Entre los muertos figuran el expelotero de Grandes Ligas Octavio Dotel, el jugador profesional Tony Enrique Blanco Cabrera, y Luis Solís, saxofonista que tocaba en el escenario en el momento del colapso. También se confirmó la muerte de la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, hermana del estelar beisbolista Nelson Cruz, quien logró hacer una llamada desde los escombros antes de fallecer en el hospital.
Otras víctimas incluyen a funcionarios gubernamentales, médicos, militares, empleados del Grupo Popular y numerosos trabajadores del club, entre ellos camareros venezolanos.
Rescate internacional y búsqueda incansable
Más de 24 horas después, los equipos de rescate continúan removiendo escombros con la esperanza de encontrar sobrevivientes. La ayuda internacional ha llegado desde Puerto Rico e Israel, para reforzar los esfuerzos de búsqueda y salvamento. Solo 32 personas han sido identificadas hasta ahora, mientras familiares desesperados siguen recorriendo hospitales y centros forenses en busca de respuestas.
“Mientras señalen que hay una persona desaparecida, estaremos acá”, afirmó Juan Manuel Méndez, director de operaciones de emergencia.
Causas bajo investigación
Aún no se ha determinado la causa del colapso. El club Jet Set emitió un comunicado anunciando su cooperación con las autoridades, aunque persisten interrogantes sobre cuándo fue la última vez que se inspeccionó el edificio. Las autoridades municipales y del Ministerio de Obras Públicas han evitado brindar comentarios hasta el momento.
El país permanece en duelo mientras se esclarecen los hechos y continúa la identificación de las víctimas, en lo que ya es considerado uno de los peores desastres no naturales ocurridos en República Dominicana en las últimas décadas.