El presidente estadounidense Donald Trump ha dado instrucciones a su gobierno para evaluar la imposición de aranceles sobre las importaciones de cobre, en lo que representa un nuevo paso en su estrategia para reestructurar el comercio global y proteger la industria nacional.
«Tendrá un gran impacto», afirmó Trump antes de firmar la orden ejecutiva que inicia el análisis de las importaciones de este metal, fundamental para sectores como la construcción, la electrónica y la defensa.
Medida enfocada en China y seguridad nacional
Peter Navarro, asesor comercial de la Casa Blanca, explicó durante una conferencia telefónica con periodistas que la iniciativa busca frenar la expansión del sector cuprífero chino y abordar vulnerabilidades en la seguridad nacional estadounidense.
Según el funcionario, existe también un interés en revitalizar la minería, fundición y refinación de cobre en Estados Unidos, considerando las necesidades potenciales en ámbitos militares y tecnológicos.
Una excepción en la política comercial de Trump
A diferencia de otros sectores donde Estados Unidos mantiene déficits comerciales —argumento frecuentemente utilizado por Trump para justificar aranceles—, en el caso del cobre el país norteamericano registra un superávit. El año pasado, Estados Unidos exportó 11.300 millones de dólares en cobre, mientras que importó 9.600 millones, según datos de la Oficina del Censo.
La administración Trump sustenta su preocupación en proyecciones futuras de oferta y demanda, así como en el declive de la industria minera nacional. El índice de minería de cobre, níquel, plomo y zinc de la Reserva Federal alcanzó su punto máximo en 1998 y desde entonces ha caído más del 30%.
Parte de una estrategia comercial más amplia
Esta orden ejecutiva se suma a una serie de medidas proteccionistas implementadas o anunciadas por la administración Trump en las últimas semanas, que incluyen:
- La eliminación de exenciones a los aranceles de 2018 sobre acero y aluminio
- Planes para imponer aranceles del 25% a todos los productos importados de México y Canadá
- Gravámenes del 10% sobre productos energéticos canadienses como petróleo y electricidad
- Anuncios de futuros aranceles sobre automóviles, chips de computadora y medicamentos
Aunque los economistas han expresado preocupaciones sobre el impacto inflacionario que podrían tener los aranceles más amplios de Trump —que afectarían hasta 3 billones de dólares en importaciones—, el cobre representa un componente relativamente modesto del comercio y es poco probable que genere por sí solo un aumento significativo en los precios al consumidor.