Target, la cadena minorista estadounidense, ha anunciado la eliminación de aproximadamente 1,800 puestos corporativos en un esfuerzo por optimizar la toma de decisiones y acelerar iniciativas destinadas a reconstruir su base de clientes. La medida, que afectará a alrededor de 1,000 empleados que recibirán notificaciones de despido la próxima semana, también incluye la eliminación de 800 puestos vacantes, según informó un portavoz de la compañía.
Los recortes representan aproximadamente el 8% de la fuerza laboral corporativa de Target a nivel mundial, aunque la mayoría de los empleados afectados trabajan en la sede de la compañía en Minneapolis. Michael Fiddelke, actual Director de Operaciones y próximo CEO de Target a partir del 1 de febrero, comunicó la noticia al personal el jueves, prometiendo más detalles para el martes siguiente y solicitando a los empleados de las oficinas de Minneapolis que trabajen desde casa la próxima semana.
En su nota, Fiddelke, un veterano de Target con 20 años de experiencia, reconoció que «la complejidad que hemos creado con el tiempo nos ha estado frenando». Afirmó que «demasiadas capas y trabajo superpuesto han ralentizado las decisiones, dificultando la materialización de las ideas».
Target, que cuenta con alrededor de 1,980 tiendas en Estados Unidos, ha perdido terreno frente a competidores como Walmart y Amazon en los últimos años, especialmente a medida que la inflación ha llevado a los compradores a reducir sus gastos discrecionales. Los clientes se han quejado de tiendas desordenadas y de mercancía que no reflejaba el nicho de mercado que le valió al minorista el apodo de «Tarzhay», una alusión a una imagen de marca costosa pero asequible.
Fiddelke, al ser anunciado como el próximo CEO de Target en agosto, identificó tres prioridades urgentes: recuperar el liderazgo de la compañía en la selección y exhibición de mercancía, mejorar la experiencia del cliente asegurando que los estantes estén constantemente abastecidos y las tiendas estén limpias, e invertir en tecnología. Reiteró estos objetivos en su mensaje a los empleados, calificando los despidos como un «paso necesario para construir el futuro de Target y permitir el progreso y el crecimiento que todos queremos ver».
«Ajustar nuestra estructura es una parte del trabajo que tenemos por delante. También requerirá nuevos comportamientos y prioridades más claras que fortalezcan nuestro liderazgo minorista en estilo y diseño, y permitan una ejecución más rápida», escribió Fiddelke.
Target ha reportado ventas comparables (de tiendas físicas establecidas y canales en línea) planas o en declive en nueve de los últimos 11 trimestres. En agosto, la compañía informó que las ventas comparables disminuyeron un 1.9% en su segundo trimestre, período en el que su ingreso neto también se redujo en un 21%.
El portavoz de la compañía aseguró que los recortes de empleos no afectarán a ningún empleado de las tiendas ni a los trabajadores de las instalaciones de clasificación, distribución y otras instalaciones de la cadena de suministro de Target. Los trabajadores corporativos que pierdan sus empleos recibirán sueldo y beneficios hasta el 8 de enero, así como paquetes de indemnización.
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