En un sábado marcado por tensiones y esperanza, militantes liderados por Hamás liberaron a tres rehenes israelíes, quienes mostraban signos de deterioro físico. En contrapartida, Israel liberó a 183 prisioneros palestinos, como parte de un delicado acuerdo que ha pausado temporalmente el conflicto en la Franja de Gaza.
La liberación de los rehenes, junto con las controvertidas declaraciones forzadas por Hamás durante la ceremonia de entrega, han generado fuertes reacciones en Israel. Este hecho podría intensificar la presión sobre el Primer Ministro Benjamin Netanyahu para que extienda el cese al fuego más allá de las seis semanas inicialmente acordadas. Netanyahu, por su parte, ha reiterado su postura de reanudar las hostilidades, incluso si esto implica dejar a los rehenes restantes en manos de Hamás.L
os rehenes liberados, identificados como Eli Sharabi, de 52 años, Ohad Ben Ami, de 56, y Or Levy, de 34, fueron llevados ante una multitud por combatientes de Hamás, quienes los obligaron a realizar declaraciones públicas antes de ser entregados a la Cruz Roja. Estos civiles formaban parte de las aproximadamente 250 personas secuestradas durante el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023, evento que desencadenó la actual guerra. Su visiblemente deteriorado estado de salud contrastó con el de los 18 rehenes liberados anteriormente durante la tregua iniciada el 19 de enero.
Posteriormente, Israel procedió a liberar a decenas de prisioneros palestinos, algunos de los cuales también exhibían un aspecto demacrado y débil. La Media Luna Roja informó que siete de los liberados requirieron hospitalización para recibir tratamiento médico.
La indignación en Israel se intensificó debido a las condiciones en que se encontraban los rehenes y a las declaraciones públicas forzadas, una práctica inusual en liberaciones anteriores. Gal Hirsch, coordinador del Primer Ministro israelí para los rehenes, condenó enérgicamente las acciones de Hamás, advirtiendo que no permanecerán en silencio y que se tomarán medidas en consecuencia.
Yair Lapid, líder de la oposición israelí, instó a extender la tregua para asegurar el regreso de los rehenes restantes, calificando las escenas de la liberación como «difíciles».En respuesta a las preocupaciones sobre la salud de los rehenes liberados, las Brigadas Qassam, el ala militar de Hamás, afirmaron haber hecho todo lo posible por preservar sus vidas a pesar de los bombardeos israelíes.
Por otro lado, numerosos palestinos liberados de las cárceles israelíes también presentaban un aspecto demacrado y han denunciado abusos y maltratos durante su detención.
La actual fase de la tregua no parece haberse visto afectada por la controvertida propuesta del expresidente estadounidense Donald Trump de trasladar a la población palestina fuera de Gaza, una idea que fue bien recibida por Israel pero rechazada por los palestinos y gran parte de la comunidad internacional. Sin embargo, esta propuesta podría complicar las negociaciones para la segunda fase del acuerdo, en la que Hamás debe liberar a más rehenes a cambio de un alto al fuego duradero.
Existe la preocupación de que Hamás se muestre reacio a liberar más cautivos si percibe un interés real por parte de Estados Unidos e Israel en despoblar el territorio, lo que, según organizaciones de derechos humanos, constituiría una violación del derecho internacional.
La primera fase del cese al fuego exige la liberación de 33 rehenes y casi 2.000 prisioneros, el retorno de los palestinos al norte de Gaza y un aumento de la ayuda humanitaria al territorio devastado. Israel afirma que Hamás ha confirmado la muerte de ocho de los 33 rehenes.
Durante este período, palestinos heridos pudieron salir de Gaza hacia Egipto por primera vez desde mayo. En total, se han realizado cinco intercambios de rehenes por prisioneros, con la liberación de 21 rehenes (incluidos cinco tailandeses no contabilizados en los 33) y más de 730 prisioneros palestinos.
Aún permanecen más de 70 rehenes en Gaza, de los cuales Israel cree que 34 han fallecido.
Entre los prisioneros palestinos liberados por Israel se encuentran 18 que cumplían cadenas perpetuas por ataques mortales contra israelíes, 54 que cumplían largas condenas y 111 palestinos de Gaza detenidos tras el ataque del 7 de octubre, pero que no han sido juzgados.