La Autoridad de Competencia francesa ha impuesto una multa de 150 millones de euros (162 millones de dólares) a Apple por considerar que la implementación de su función de privacidad App Tracking Transparency (ATT) constituye un abuso de posición dominante en el mercado de distribución de aplicaciones móviles.
Una función de privacidad cuestionada por su implementación
El organismo regulador francés aclaró que no cuestiona el objetivo de la función ATT, que obliga a las aplicaciones a solicitar permiso a los usuarios antes de rastrear su actividad, sino la forma en que Apple la implementó desde abril de 2021.
«La forma en que se implementó no era ni necesaria ni proporcional al objetivo declarado de Apple de proteger los datos personales», señaló la autoridad en su resolución.
Problemas para usuarios y desarrolladores
Según el regulador, la implementación de ATT generó dos problemas principales:
- Los usuarios se vieron «inundados» de ventanas emergentes de aplicaciones de terceros solicitando su consentimiento, lo que hizo «excesivamente complejo» navegar por el entorno iOS.
- El sistema «penaliza a los editores más pequeños» que dependen en gran medida de la recopilación de datos de terceros para financiar su actividad.
La multa cubre el período comprendido entre abril de 2021 y julio de 2023, aunque representa una cantidad mínima para el gigante tecnológico, que reportó ingresos de 124.000 millones de dólares tan solo en el último trimestre de 2024.
Apple defiende su sistema de privacidad
Apple ha respondido defendiendo su función ATT, afirmando que ofrece a los usuarios «un mayor control de la privacidad a través de un mensaje obligatorio, claro y fácil de entender sobre una sola cosa: el seguimiento».
«Esta recomendación es coherente para todos los desarrolladores, incluyendo a Apple, y hemos recibido un fuerte apoyo a esta función por parte de consumidores, defensores de la privacidad y autoridades de protección de datos de todo el mundo», declaró la compañía en un comunicado.
La tecnológica también destacó que, pese a la multa, «la Autoridad de Competencia Francesa no ha exigido cambios específicos en ATT», aunque manifestó su decepción con la decisión.
Esta sanción se suma a una serie de acciones regulatorias que las autoridades europeas han emprendido contra las grandes tecnológicas en los últimos años, en un esfuerzo por garantizar la competencia justa en el mercado digital.