La administración de Donald Trump justificó este miércoles la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar a miembros del Tren de Aragua (TdA), asegurando que esta organización criminal venezolana está llevando a cabo una «incursión predatoria» en territorio estadounidense con el respaldo del gobierno de Nicolás Maduro.
La Casa Blanca vincula directamente a Maduro con la banda criminal
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, declaró durante una rueda de prensa que el TdA «ha sido enviada aquí por el régimen hostil de Maduro en Venezuela», razón por la cual el presidente Trump designó a la organización como grupo terrorista inmediatamente después de asumir el cargo.
«Bajo esta ley es la autoridad del presidente deportar a estos terroristas, o aquellos que defienden a estos terroristas, que han sido enviados a suelo estadounidense», afirmó Leavitt.
Una ley de 1798 reactivada tras décadas en desuso
La Ley de Enemigos Extranjeros, que data de 1798 y no se utilizaba desde la Segunda Guerra Mundial, permite detenciones y expulsiones sumarias en caso de guerra o invasión del territorio nacional. Su aplicación ha generado críticas de organizaciones como el Brennan Center for Justice, que señalan que esta normativa está diseñada específicamente para conflictos bélicos declarados.
Sin embargo, Trump y su administración insisten en que la llegada de inmigrantes indocumentados constituye una invasión y que bandas como el Tren de Aragua han sumido al país en «un periodo de guerra», según declaró el presidente el domingo.
Más de 250 personas deportadas a El Salvador
Amparándose en esta controversial legislación, el gobierno estadounidense envió este fin de semana más de 250 personas en varios vuelos a El Salvador, donde fueron trasladadas a una cárcel dentro del país centroamericano.
La orden ejecutiva firmada por Trump establece que cualquier ciudadano venezolano mayor de 14 años vinculado con el Tren de Aragua será clasificado como «enemigo extranjero» y deportado sin derecho a apelación. Además, autoriza la confiscación de bienes y propiedades relacionados con el grupo criminal.
«Estado criminal híbrido» en Venezuela
En el documento oficial, la administración Trump acusa a las autoridades venezolanas de haber «cedido un control cada vez mayor sobre sus territorios a organizaciones criminales transnacionales», lo que ha resultado en «un estado criminal híbrido que perpetra una invasión e incursión depredadora en Estados Unidos».
El presidente estadounidense aseguró que el Tren de Aragua ha utilizado los flujos migratorios venezolanos para infiltrar delincuentes en el país y ejecutar una «guerra irregular», funcionando como «un brazo operativo del régimen venezolano» con el propósito de desestabilizar las democracias de la región.