Hay líderes que administran y cumplen con lo básico.
Y hay líderes que se atreven a soñar en grande, a romper moldes, a hacer que la gente vuelva a creer en su ciudad.
Ese es Mayer Mizrachi, un alcalde que en apenas un año de gestión ha logrado lo que otros en décadas no pudieron: devolverle esperanza, orgullo y ambición a Panamá.
El renacer de la ciudad
Panamá, tantas veces golpeada por la indiferencia política y el abandono de sus autoridades, necesitaba más que un alcalde: necesitaba un visionario. Y Mayer llegó con la energía de la juventud, la mente de un innovador y el coraje de un líder que no teme al cambio.
En un año, su huella ya está marcada:
Paradas inteligentes que no solo son estructuras modernas, sino símbolos de que sí se puede traer tecnología, seguridad y dignidad a la movilidad diaria.
Orden financiero y austeridad, demostrando que se puede gobernar con responsabilidad, sin despilfarrar el dinero del pueblo, poniendo la casa en orden con disciplina y transparencia.
Cultura y orgullo nacional: desde ser distinguido como Embajador Cultural de la Etnia Negra hasta proyectar un Carnaval internacional, Mayer entiende que la identidad es poder y que Panamá debe brillar en el mapa del mundo.
Y lo más grandioso: los Premios Juventud 2025 en nuestra tierra. No fue un golpe de suerte, fue visión y gestión. Con esto, Mayer puso a Panamá en los ojos de millones de jóvenes, artistas y empresarios del continente. No es solo un espectáculo: es turismo, economía, prestigio. Es Panamá en la cima.
Mayer no administra, inspira
Un alcalde común busca resolver problemas.
Mayer busca crear futuro.
Su estilo irreverente, cercano y directo hace que muchos lo critiquen… pero nadie puede ignorarlo. Su liderazgo ha devuelto algo invaluable: la confianza ciudadana.
Cuando un panameño ve las obras, los proyectos, la transformación, siente orgullo. Siente que esta vez no es solo discurso: es realidad.
El alcalde que todos sueñan
¿Por qué Mayer Mizrachi es diferente? Porque hace soñar y actúa.
Porque no se conforma con una ciudad estancada: quiere una Panamá moderna, competitiva, cultural, viva.
Porque no ve límites donde otros ven excusas.
Porque en solo un año ha hecho sentir que sí es posible cambiar la manera de gobernar.
Mayer representa esa nueva generación de políticos que no buscan un puesto, sino un propósito. Que no ven a los ciudadanos como votos, sino como socios de un proyecto colectivo: una ciudad que merezca ser vivida, admirada y celebrada.
Panamá, prepárate
Lo que ha hecho en un año es apenas el inicio. Los próximos años prometen más modernidad, más orden, más cultura y más orgullo nacional. Su visión de ciudad no se queda en reparar lo dañado: quiere crear una metrópolis del futuro.
Mayer Mizrachi es, sin duda, el alcalde que todos sueñan tener en su ciudad.
Un alcalde que no solo dirige, sino que inspira.
Que no solo gobierna, sino que hace historia.
Y hoy, Panamá puede decirlo con la frente en alto: tenemos a un alcalde que nos hace creer que los sueños, cuando se trabajan con valentía y pasión, se convierten en realidad.