IMPACTO PANAMÁ
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El empate 2-2 entre Fluminense y Gremio dejó al descubierto un inesperado conflicto en el banquillo del equipo carioca. Durante los últimos minutos del partido en el Maracaná, el entrenador Mano Menezes y el lateral Marcelo protagonizaron un desencuentro que dejó al exjugador del Real Madrid en el banco, sin ingresar al campo.
La situación se desató en el minuto 45 del segundo tiempo. Fluminense aún ganaba 2-1, y Menezes decidió sustituir a Lima por Marcelo para fortalecer la defensa en los últimos minutos. Sin embargo, una breve conversación entre el entrenador y el jugador derivó en una reacción airada de Menezes, quien canceló la sustitución. “No entra”, gritó el técnico, dejando a Marcelo en el banquillo con un gesto de descontento. Menezes optó en su lugar por el delantero John Kennedy, una decisión que resultó costosa, ya que Gremio empató poco después con un penalti anotado por Reinaldo.
El altercado añadió tensión en el vestuario del Fluminense, que atraviesa un momento difícil en el Brasileirao. Con el equipo en la posición 12 y a solo tres puntos de la zona de descenso, la frustración por no asegurar el triunfo es evidente. En conferencia de prensa, Menezes explicó que escuchó algo de Marcelo que lo incomodó y defendió su decisión de no incluirlo. «Cuando pones a un jugador en los últimos minutos, le dices que tiene que cerrar el partido», afirmó, agregando que resolverán la situación de manera interna.
Fluminense, campeón de la Copa Libertadores pasada, se encuentra lejos de su mejor nivel, y las tensiones internas podrían complicar aún más la temporada del equipo.
