Estudiantes universitarios en Cuba han iniciado un paro en protesta por el reciente aumento en las tarifas de Internet, una medida impuesta por ETECSA, el monopolio estatal de telecomunicaciones. La movilización, liderada por alumnos de la Facultad de Matemática y Computación, así como de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana, ha ganado el apoyo de la Facultad de Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) de la Universidad de las Artes (ISA).
Los estudiantes exigen la revocación de las tarifas impuestas el 30 de mayo, argumentando que estas medidas se tomaron sin transparencia y sin un diálogo adecuado con la comunidad estudiantil. A través de un comunicado divulgado en la cuenta de Instagram de FAMCA, los estudiantes demandan un encuentro público con los responsables de ETECSA para cuestionar la legalidad de este incremento.
El comunicado estudiantil critica la falta de transparencia y los recortes impuestos por ETECSA, subrayando la vulneración de los mecanismos de diálogo que históricamente han existido en Cuba. Además, denuncian el «asedio y las presiones con consecuencias escolares severas» que podrían surgir como represalia por estas manifestaciones de desacuerdo. Según fuentes de Diario de Cuba en La Habana, algunos estudiantes han sido amenazados con la expulsión, aunque no se han revelado las identidades de las autoridades involucradas.
La protesta se debe al incremento de las tarifas de ETECSA, que incluye la dolarización parcial del servicio de Internet y un aumento significativo en los costos, ya de por sí elevados. Videos que circulan en redes sociales muestran reuniones en la Universidad de La Habana, donde los estudiantes expresan su frustración ante lo que consideran precios prohibitivos. Una delegada estudiantil afirmó que continuarán convocando a la no asistencia a clases hasta que se revierta la medida.
Rosa María Payá, fundadora de la plataforma Cuba Decide, ha manifestado su apoyo a los estudiantes, calificando las tarifas de Internet como «prohibitivas» y denunciando la corrupción y el «atraco» de los gobernantes. En una reunión celebrada en la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología, los estudiantes cuestionaron a la vicepresidencia comercial de ETECSA, señalando que, en un país donde el salario promedio es inferior a 15 dólares mensuales, el problema es tanto social como político.
Otros centros universitarios, como la Facultad de Artes y Letras (FAyL) de la Universidad de La Habana, la Universidad de Ciencias Médicas “Manuel Fajardo”, la Universidad de Matanzas y la Universidad “Martha Abreu” de Villa Clara, se han sumado a la protesta.
Las nuevas tarifas de ETECSA establecen un plan básico de 6GB por 360 pesos cubanos (CUP), con recargas adicionales que elevan los costos significativamente. Considerando que el salario medio en Cuba es de 5.700 CUP, la indignación ha crecido rápidamente. Los paquetes ofertados en dólares representan aumentos de precios de más de diez veces en comparación con la semana anterior.
A pesar de los intentos del régimen cubano por atenuar el descontento a través de anuncios en el programa “Mesa Redonda”, la respuesta estudiantil ha persistido. Varias filiales de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) han emitido comunicados reiterando su inconformidad y denunciando la «censura institucional». Un comunicado de la Facultad de Tecnología de la Salud (FATESA), posteriormente censurado, exigía un acceso justo y equitativo a los servicios de telecomunicaciones.
Ante la creciente presión, el viceprimer ministro cubano, Eduardo Martínez Díaz, calificó las tarifas de ETECSA como “temporales” y prometió mejoras en la calidad y el costo del acceso a Internet. Admitió que cerca del 50% de la población verá limitado su acceso al servicio. Por su parte, la presidenta ejecutiva de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez, prometió una “comunicación transparente” y mejoras como el acceso gratuito a portales educativos y el fortalecimiento de las redes internas universitarias.
La plataforma Cuba Decide ha expresado su respaldo a los estudiantes, afirmando que están defendiendo derechos fundamentales como el acceso libre a la información y la libertad de expresión. La organización se ha puesto a disposición de los estudiantes para acompañar, apoyar y amplificar su voz.