La entrega de restos mortales de rehenes tomó un giro dramático cuando se reveló que uno de los cuerpos devueltos por Hamás no correspondía a Shiri Bibas, mientras que sí se confirmó la muerte de sus hijos Ariel y Kfir, de 4 años y 9 meses respectivamente.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu denunció que el cuerpo de Shiri había sido intercambiado por el de una mujer gazatí, mientras que Hamás alegó un posible «error o solapamiento» debido a bombardeos israelíes que habrían mezclado los restos de múltiples víctimas.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos hizo un llamado urgente tanto a Israel como a la comunidad internacional para actuar con «sensatez y urgencia» ante esta situación. «Cada minuto que pasa es una sentencia de muerte para los que siguen vivos», declararon en un comunicado.
La familia Bibas dirigió duras críticas a Netanyahu, acusándolo de abandonar a sus seres queridos tanto durante el ataque del 7 de octubre como durante su cautiverio. «No hemos recibido ninguna disculpa suya en este doloroso momento», expresó Ofri Bibas, hermano de Yardén Bibas.
De los 251 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre, 67 permanecen en Gaza. Este sábado está prevista la liberación de seis cautivos más, incluyendo a Avera Mengitsu y Hisham al Sayed, secuestrados antes del ataque de octubre.
Los cuerpos de los pequeños Ariel y Kfir, según fuentes militares israelíes, evidencian que fueron «brutalmente asesinados en noviembre de 2023», contradiciendo la versión anterior de Hamás que había atribuido sus muertes a bombardeos israelíes.
La confusión sobre el paradero del cuerpo de Shiri Bibas añade una nueva capa de complejidad a las negociaciones en curso y subraya la urgente necesidad de garantizar el retorno de todos los rehenes, tanto vivos como fallecidos.