IMPACTO PANAMÁ
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En un momento en el que Panamá busca impulsar su desarrollo económico y fortalecer sus lazos con la región centroamericana, la construcción del anhelado tren que conectaría Chiriquí con la capital ha resurgido como un proyecto crucial. El empresario Felipe Ariel Rodríguez ha analizado los beneficios e impacto económico de esta ambiciosa obra, resaltando su importancia para la inclusión social de los territorios y la integración centroamericana.
Rodríguez destaca la visión histórica del ferrocarril nacional de Chiriquí, inaugurado en 1916 por el entonces presidente Belisario Porras, y la necesidad actual de una conexión ferroviaria que no solo beneficie a la provincia, sino a todo el país. Según sus evaluaciones, la construcción del tren Chiriquí-Panamá estaría justificada por su contribución a la integración centroamericana, siendo parte de un plan integral con financiamiento de la agencia japonesa y solicitado por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
En cuanto a las características técnicas, Rodríguez vislumbra la viabilidad de un tren de mediana velocidad, con velocidades entre 100 y 160 km/h, basándose en estudios parciales realizados por el gobierno anterior con financiamiento de China. En términos de financiamiento, sugiere la posibilidad de obtener recursos a través de asociaciones público-privadas, con el Estado proporcionando avales y facilitando aspectos como servidumbres y expropiaciones.
Por su parte, el canciller designado, Javier Martínez Acha, ha enfatizado la importancia de un proceso transparente y competitivo para la construcción del tren Panamá-David, con el objetivo de completar el proyecto durante la presidencia del presidente Mulino.
Con su potencial para impulsar el desarrollo económico, fomentar la inclusión social y fortalecer la integración regional, el tren Chiriquí-Panamá se perfila como uno de los proyectos más ambiciosos e integradores en la historia del país.
