Un inusual descubrimiento ha capturado la atención de la comunidad científica y los amantes de la naturaleza: un tiburón nodriza de un vibrante color naranja, con ojos blancos, fue hallado en las profundidades del Caribe costarricense. Este hallazgo, el primero de su tipo documentado científicamente, abre nuevas interrogantes sobre la adaptación marina y la genética de estas criaturas.
El espécimen fue capturado accidentalmente por los pescadores Garvin Watson y Pablo Solano cerca del Parque Nacional Tortuguero, durante una excursión de pesca deportiva organizada por la empresa Parismina Domus Dei. El tiburón, de aproximadamente dos metros de longitud, fue encontrado a una profundidad de 37 metros en la zona de Barra de Parismina. Tras registrar el inusual hallazgo, los pescadores optaron por devolverlo a su hábitat natural.
La singularidad del tiburón radica en su coloración naranja brillante, una característica que contrasta fuertemente con el color marrón típico de los tiburones nodriza, que utilizan su tonalidad parda para camuflarse en el fondo marino. Además, el ejemplar presentaba ojos completamente blancos, sin iris visible, lo que sugiere un posible caso de albino-xantocromismo. Las imágenes del tiburón, difundidas en redes sociales, muestran claramente esta apariencia única.
La condición genética detrás de esta coloración se denomina xantismo o xantocromismo, caracterizada por un exceso de pigmentos amarillos o anaranjados debido a la ausencia de pigmentos rojos en la piel. El xantismo es un fenómeno extremadamente raro en la naturaleza, habiéndose registrado previamente solo en algunos peces de agua dulce, aves y reptiles. La aparición de un tiburón nodriza adulto con xantismo plantea preguntas sobre su capacidad de adaptación y supervivencia.
Normalmente, las coloraciones brillantes y los ojos blancos derivados de estas alteraciones genéticas suelen aumentar la visibilidad frente a los depredadores, lo que se traduce en menores posibilidades de sobrevivir en la naturaleza. Sin embargo, el tamaño del ejemplar encontrado indica que logró llegar a la edad adulta, lo que sugiere que esta pigmentación inusual no ha afectado significativamente su supervivencia. Esto invita a indagar cómo esta especie logra adaptarse pese a la desventaja de camuflaje.
Según los especialistas de la Universidad Federal de Río Grande, la principal causa del xantismo es genética, aunque factores como la endogamia, el estrés ambiental, temperaturas elevadas o desequilibrios hormonales pueden influir en la aparición de este tipo de pigmentación. Incluso la dieta podría tener un rol en algunos casos. Este descubrimiento no solo marca el primer registro de xantismo en tiburones nodriza, sino que representa también la primera vez que se documenta este fenómeno en peces cartilaginosos del Caribe.
Este caso excepcional, confirmado y detallado en una publicación científica en la revista Marine Biodiversity el 1 de agosto, abre nuevas líneas de investigación sobre los mecanismos de pigmentación y la diversidad genética en las poblaciones marinas regionales. La comunidad científica sigue con atención este fenómeno, ya que plantea preguntas fundamentales sobre la evolución y adaptación de especies en entornos naturales. Este inusual tiburón naranja de Costa Rica se convierte así en un símbolo de la rareza y la belleza que aún esconde el océano.