La querella penal presentada por Sicarelle Holdings Inc. contra el periodista Mauricio Valenzuela y el medio digital FOCO ha encendido el debate sobre los límites de la libertad de prensa y el derecho a la honra en Panamá. La denuncia, basada en supuestos delitos de calumnia e injuria, ha sido interpretada por diversos sectores como un intento de amedrentar al periodismo independiente.
Contexto de la denuncia
El abogado José María Castillo, en representación de Juan Carlos López López, propietario de Sicarelle Holdings Inc. (ahora Smart Health), presentó la acción legal contra Valenzuela y FOCO. Este medio de comunicación se ha caracterizado por investigar y denunciar presuntas irregularidades en la administración pública, incluyendo cuestionamientos sobre contratos estatales adjudicados a Sicarelle Holdings para servicios de limpieza y lavandería en hospitales públicos.
Libertad de prensa bajo presión
FOCO y Mauricio Valenzuela han sido reconocidos por su trabajo en la exposición de posibles actos de corrupción en Panamá. No obstante, la querella presentada en su contra podría ser percibida como una estrategia para intimidar y frenar la labor periodística. Este tipo de acciones legales pueden generar un efecto disuasorio, limitando el ejercicio de la prensa investigativa y afectando el derecho de la ciudadanía a estar informada.
Un equilibrio necesario
Si bien es fundamental garantizar la protección de la honra y la reputación de las personas, también lo es preservar la libertad de expresión como pilar de la democracia. Las autoridades deben asegurar que las denuncias contra periodistas no sean utilizadas como mecanismo de censura, sino que respondan a procesos transparentes que no restrinjan la función fiscalizadora de los medios.
El futuro de la prensa independiente en Panamá dependerá de la capacidad de la sociedad civil y las instituciones para garantizar un espacio donde el periodismo investigativo pueda desarrollarse sin represalias ni presiones externas.