La arriesgada operación de rescate que permitió a la líder opositora venezolana María Corina Machado salir de la clandestinidad y llegar a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025 fue una odisea cinematográfica marcada por incidentes críticos. Nuevos detalles revelan que la misión, financiada por donantes privados, estuvo a punto de fracasar, dejando a Machado a la deriva durante horas en el mar Caribe.
La operación, denominada «Dinamita Dorada», fue dirigida por Bryan Stern, un veterano de combate estadounidense que lidera una organización especializada en extracciones de alto riesgo.
El Escape Secreto: Disfraces y un Retraso Crítico
- El Inicio: La tarde del lunes, Machado abandonó su escondite en las afueras de Caracas disfrazada y con peluca para despistar al régimen.
- La Travesía Terrestre y los Fallos Técnicos: Viajó por tierra hasta un pueblo pesquero en la costa caribeña, donde un equipo la esperaba para zarpar en una lancha de pesca (elegida por su aspecto modesto para evitar sospechas). Sin embargo, un problema mecánico en la lancha causó un retraso de 12 horas, obligando al grupo a zarpar al anochecer en lugar de la madrugada.
Horas a la Deriva y Rescate In Extremis
El momento más peligroso de la travesía, que duró casi tres días, ocurrió en el Golfo de Venezuela:
- Mar Embravecido: El grupo enfrentó olas de hasta tres metros que causaron fuertes mareos en la tripulación.
- Pérdida de Navegación: El dispositivo GPS principal cayó al agua y el sistema de respaldo también falló, dejando a la lancha incomunicada y a la deriva durante más de tres horas en aguas agitadas.
- Búsqueda Contrarreloj: Bryan Stern y su equipo, que seguían la operación desde la distancia, activaron una búsqueda desesperada, incluso compartiendo ubicaciones en tiempo real con altos mandos militares de Estados Unidos y alertándoles de que evitaran cualquier ataque a la embarcación, por temor a que fuera confundida con lanchas de narcotráfico.
El rescate se concretó cerca de las once de la noche, cuando el equipo de Stern localizó la embarcación a 40 kilómetros del punto de encuentro acordado. Al confirmar que Machado estaba a salvo, Stern envió el mensaje clave a su equipo: «Jackpot, jackpot, jackpot».
En un video de prueba de vida enviado a funcionarios de EE. UU., Machado, visiblemente afectada por el oleaje, declaró: “Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, a salvo y muy agradecida”.
Machado fue trasladada a Curaçao, donde permaneció solo unas horas antes de abordar un jet privado que la llevó a Noruega, donde su hija había recibido el Nobel en su nombre un día antes. Al llegar a Oslo, la líder opositora calificó la operación como un «milagro».
IMPACTO PANAMÁ