El gasto de los consumidores en Estados Unidos registró en enero su mayor caída desde febrero de 2021, disminuyendo un 0,2% respecto al mes anterior, según informó el viernes el Departamento de Comercio. Esta reducción ocurre a pesar de que la inflación continuó su tendencia a la baja, alcanzando el 2,5% interanual, frente al 2,6% de diciembre.
La inflación sigue moderándose
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, también mostró señales positivas al caer al 2,6%, su nivel más bajo desde junio, desde el 2,8% anterior. Este indicador es el preferido por la Reserva Federal para evaluar la estabilidad de precios, en comparación con el IPC que aumentó al 3% en el mismo periodo.
Mensualmente, los precios subieron un 0,3% en enero, manteniendo el mismo ritmo de diciembre, mientras que los precios básicos aumentaron también un 0,3%, ligeramente por encima del 0,2% del mes anterior.
Preocupación por los aranceles de Trump
El panorama económico podría complicarse tras los recientes anuncios del presidente Donald Trump sobre aumentos arancelarios. El jueves, Trump declaró que duplicará al 20% los aranceles sobre productos chinos y aplicará impuestos del 25% a las importaciones de Canadá y México a partir del próximo martes.
Un estudio de la Reserva Federal de Boston advierte que estas medidas podrían incrementar la inflación subyacente hasta en 0,8 puntos porcentuales, poniendo en riesgo los avances logrados en la estabilización de precios.
Incertidumbre económica creciente
«La creciente incertidumbre en torno al comercio, la política fiscal y regulatoria está proyectando una sombra sobre las perspectivas», señaló Lydia Boussour, economista senior de EY.
A esto se suma el plan de Trump para reducir significativamente la plantilla federal, lo que podría resultar en la pérdida de cientos de miles de empleos y un potencial aumento del desempleo, añadiendo más presión a una economía que ya muestra signos de cautela por parte de los consumidores.