IMPACTO PANAMÁ
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La icónica cadena de hamburguesas BurgerFi se ha sumado a la lista de empresas de comida rápida que buscan protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos. Esta decisión, tomada el 11 de septiembre, refleja los desafíos económicos que enfrenta el sector tras la pandemia de COVID-19.
Jeremy Rosenthal, director de reestructuración de BurgerFi, explicó que la medida responde a una «drástica caída del gasto de los consumidores» en un contexto de inflación sostenida y aumento de costos operativos. La empresa busca estabilizar su negocio y asegurar capital adicional para continuar su recuperación.
A pesar de la declaración de quiebra, BurgerFi asegura que sus sucursales corporativas seguirán operando con normalidad. Las franquicias, por su parte, están exentas de este proceso. La compañía, que también es propietaria de Anthony’s Coal Fired Pizza, cuenta con un total de 144 restaurantes entre ambas marcas.
Los números revelan la difícil situación financiera de BurgerFi. Con solo 4,4 millones de dólares disponibles hasta mediados de agosto, la empresa espera reportar pérdidas de 18,4 millones para el trimestre finalizado el 1 de julio. Sus activos se estiman entre 50 y 75 millones de dólares, mientras que sus deudas oscilan entre 100 y 500 millones.
Esta situación no es exclusiva de BurgerFi. Otras cadenas como Rubio’s, Buca di Beppo y Red Lobster también se han acogido al Capítulo 11 en los últimos meses, evidenciando una crisis generalizada en el sector de comida rápida estadounidense.
El Capítulo 11 permite a las empresas continuar sus operaciones mientras se reestructuran y negocian sus deudas. Para BurgerFi, fundada en 2011 y que salió a bolsa en plena pandemia en 2020, este proceso representa una oportunidad para reorganizarse y buscar una recuperación sostenible en un mercado cada vez más competitivo y desafiante.
