El presidente Donald Trump anunció que las fuerzas militares estadounidenses intensificarán en breve sus operaciones contra el narcotráfico en Venezuela, marcando una nueva fase en la Operación Lanza del Sur. Este anuncio, realizado durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, eleva aún más las tensiones entre Washington y Caracas.
Trump declaró ante la prensa: «Iniciar operaciones en tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman, sabemos dónde viven, y vamos a empezar con eso muy pronto«. Hasta ahora, los esfuerzos estadounidenses se habían centrado en operaciones navales y aéreas en el Caribe, donde se han destruido embarcaciones y causado bajas entre narcotraficantes en lo que se describe como ataques preventivos.
Esta ofensiva militar se produce en un contexto de relaciones tensas con el gobierno de Nicolás Maduro, cuya reelección no ha sido reconocida por Estados Unidos. Maduro enfrenta acusaciones de liderar el Cartel de los Soles, una red de tráfico de drogas. Estados Unidos ha ofrecido una recompensa por su captura.
Maduro rechaza estas acusaciones, afirmando que los ataques buscan forzar un cambio de régimen y controlar el petróleo venezolano. Trump ha advertido a pilotos y aerolíneas sobre el espacio aéreo venezolano, sugiriendo un posible cierre total. Cuando se le preguntó si esto implicaba un ataque inminente dentro de Venezuela, Trump respondió evasivamente: ‘No interpreten nada’.
Fuentes de Reuters indican que Maduro estaría buscando garantías para salir del país, pero Trump ha rechazado la mayoría de sus solicitudes. En una llamada telefónica, Maduro habría pedido amnistía total para él y su familia, el retiro de sanciones y la suspensión de procesos judiciales internacionales, sugiriendo incluso que Delcy Rodríguez asumiera un gobierno interino.
Trump negó la mayoría de estas peticiones, ofreciendo solo un plazo de una semana para que Maduro y sus allegados salieran de Venezuela, plazo que ya expiró. Tras el vencimiento, Trump decretó el cierre total del espacio aéreo venezolano.
El refuerzo militar estadounidense incluye operativos contra el narcotráfico que han resultado en muertes y la destrucción de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, con el objetivo de cortar rutas logísticas coordinadas desde Venezuela. La administración Trump también ha designado al Cartel de los Soles, vinculado a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Estas operaciones han generado polémica, especialmente tras informes sobre posibles instrucciones de eliminar a sobrevivientes de ataques a embarcaciones. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, negó cualquier irregularidad, afirmando que los ataques fueron legales y aprobados por la cadena de mando, recibiendo el respaldo de Trump.
El régimen de Maduro continúa rechazando las acusaciones estadounidenses, denunciando un intento de Washington por controlar los recursos petroleros de Venezuela. En Caracas, se han realizado marchas en defensa de la ‘soberanía nacional’ y en rechazo a las amenazas de Estados Unidos. La región observa atentamente la evolución de la situación diplomática y militar.
IMPACTO PANAMÁ