Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha declarado enfáticamente que su administración no apoya la construcción de un muro fronterizo con Estados Unidos. En una rueda de prensa reciente, Sheinbaum afirmó que, a pesar de las actuales labores de refuerzo fronterizo impulsadas por las autoridades estadounidenses, se ha logrado mantener una frontera segura a través de la colaboración y la coordinación, sin la necesidad de un muro físico
«No estamos de acuerdo con el muro. Sin muro se ha logrado una frontera muy segura con la colaboración y la coordinación», declaró Sheinbaum, refiriéndose a la política migratoria entre ambos países. Su declaración se produce en un momento en que Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha incrementado significativamente su inversión en seguridad fronteriza.
Sheinbaum subrayó que la postura de México se centra en la cooperación para el desarrollo y el respeto hacia los mexicanos que residen en Estados Unidos. Esta declaración contrasta con la visión de Trump, quien el 8 de julio celebró la aprobación de un presupuesto récord para acciones migratorias. Este presupuesto, incluido en un proyecto de ley firmado el 4 de julio, destina una cifra sin precedentes de 170.000 millones de dólares para seguridad fronteriza, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la construcción de nuevos centros de detención.
Trump también afirmó que la migración irregular ha caído a «cero», un comentario que ha generado debate y escepticismo entre analistas y organizaciones de derechos humanos. Mientras que la administración estadounidense enfatiza la reducción de la migración irregular como un éxito de sus políticas, Sheinbaum ha mantenido que la solución radica en la cooperación bilateral y el respeto mutuo.
La postura de Sheinbaum refleja una divergencia clave entre las estrategias de México y Estados Unidos en la gestión de la frontera compartida. Mientras que Trump aboga por medidas más restrictivas y la construcción de barreras físicas, Sheinbaum propone un enfoque basado en la colaboración y el desarrollo económico para abordar las causas fundamentales de la migración.
Las declaraciones de Sheinbaum llegan en un momento crítico para las relaciones bilaterales, donde la migración sigue siendo un tema central. La cooperación entre ambos países en este ámbito es fundamental para garantizar la seguridad fronteriza y el bienestar de los migrantes. La estrategia de México, según Sheinbaum, se enfoca en abordar las raíces de la migración a través del desarrollo económico y social, en lugar de depender exclusivamente de medidas de control fronterizo.
En resumen, la presidenta Sheinbaum ha dejado claro que México no apoya la construcción de un muro fronterizo y que cree en la posibilidad de mantener una frontera segura a través de la cooperación y el respeto mutuo, desafiando así la visión predominante en Estados Unidos sobre la gestión migratoria.