IMPACTO PANAMÁ
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La reciente detención del excomisionado Javier Fanuco ha reabierto una herida que, para muchos ciudadanos, nunca terminó de cerrar. Entre ellos, Joszeth José Montero, quien difundió un comunicado en el que recuerda que, años atrás, denunció hechos graves relacionados con el entonces jefe policial… pero nunca obtuvo respuesta.
Según Montero, su denuncia —presentada formalmente ante las autoridades— quedó “en absoluto silencio”, sin seguimiento, sin acompañamiento, y sin información sobre el curso del proceso. “Lo hice confiando en que la justicia panameña y la institución donde serví responderían con responsabilidad”, afirmó. Sin embargo, el caso nunca avanzó.
“¿Por qué no se actuó antes?”: la pregunta que inquieta a la ciudadanía
El comunicado cobra fuerza al señalar que, para la fecha en que él presentó su denuncia, ya existían procesos abiertos contra Fanuco. Esto despierta un cuestionamiento de fondo:
¿Por qué ninguna instancia actuó, si supuestamente ya había información suficiente para intervenir?
La duda se inclina no solo hacia el sistema de justicia, sino también hacia las estructuras internas de las instituciones que, según Montero, debieron haber activado mecanismos de control y protección, especialmente tratándose de señalamientos graves dentro de un cuerpo de seguridad.
Nuevo cargo público pese a los antecedentes
Montero también expresa preocupación por el hecho de que Fanuco, pese a esos señalamientos y procesos previos, haya ocupado hace poco un cargo de jerarquía dentro de una institución pública.
Para el ciudadano, esto refleja fallas preocupantes:
- controles institucionales insuficientes,
- falta de supervisión interna,
- y decisiones administrativas que, afirma, dejan un sabor amargo en la confianza pública.
“Esto deja dudas legítimas sobre los mecanismos de control y la supervisión de la administración vigente”, subraya en su mensaje.
No busca reabrir su caso, pero sí exige rigor y transparencia
Montero aclara que su intención no es reactivar su denuncia pasada, sino llamar la atención sobre la necesidad de que los casos actuales se manejen con absoluta responsabilidad.
Panamá —afirma— exige claridad, firmeza y un mensaje coherente de justicia.
“Solicito que las autoridades investiguen con rigor, sin presiones ni privilegios, y que, de comprobarse responsabilidades, la ley se aplique en su totalidad”, sostuvo.
Y añadió: “Nuestro país merece instituciones confiables, autoridades que respondan y una justicia que realmente proteja al pueblo”.
Una conversación que el país debe enfrentar
La detención de Fanuco no solo abre un proceso judicial; también revive un debate profundo sobre:
- cómo se atienden las denuncias internas,
- qué tan fuerte es el sistema para detectar abusos,
- y cuánta confianza tiene hoy la ciudadanía en sus instituciones.
Este comunicado se ha convertido en una pieza que cataliza ese debate, recordando que la justicia no solo debe hacerse: debe sentirse y verse, especialmente para quienes confiaron en ella… y no recibieron respuesta.
