En el segundo aniversario del devastador ataque de Hamás a Israel, las conversaciones de paz entre ambas partes se reanudaron en la ciudad turística egipcia de Sharm el Sheij. Estas negociaciones buscan poner fin al conflicto que ha cobrado la vida de decenas de miles de palestinos en Gaza.
El segundo día de conversaciones indirectas se centra en el plan propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump la semana pasada. Un funcionario egipcio, hablando bajo anonimato, informó que las partes lograron un acuerdo sobre la mayoría de los términos de la primera fase, incluyendo la liberación de rehenes y el establecimiento de un alto el fuego. Se espera que una delegación estadounidense se una a las conversaciones el miércoles.
Trump declaró a los periodistas que ve una «muy buena oportunidad» para un «acuerdo duradero», señalando que esto va más allá de Gaza y que se trata de la paz en todo el Medio Oriente.
Sin embargo, persisten importantes obstáculos, como la demanda de que Hamás se desarme y el futuro gobierno de Gaza. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha insistido en el desarme de Hamás, pero el grupo aún no ha emitido comentarios al respecto. El plan propuesto contempla la retirada de las tropas israelíes de Gaza después del desarme de Hamás, seguida del establecimiento de una fuerza de seguridad internacional y una gobernanza internacional supervisada por Trump y el ex Primer Ministro británico Tony Blair.
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos liderados por Hamás atacaron el sur de Israel, matando a aproximadamente 1,200 personas y secuestrando a 251. La guerra resultante ha tenido consecuencias devastadoras, con la muerte de más de 67,160 palestinos y casi 170,000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. El ministerio, que forma parte del gobierno liderado por Hamás, indica que más de la mitad de los fallecidos eran mujeres y niños.
Mientras que Israel y sus partidarios cuestionan estas cifras, las Naciones Unidas y expertos independientes las consideran la estimación más confiable de las bajas en tiempos de guerra. Un creciente número de expertos, incluso designados por la ONU, han calificado la ofensiva israelí en Gaza como genocidio, acusación que Israel niega rotundamente.
En el segundo aniversario del ataque de Hamás, miles de israelíes se reunieron para honrar a las víctimas. Mientras guardaban silencio, una explosión procedente de Gaza resonó en los campos, tras el lanzamiento de un cohete en el norte de Gaza, aunque no se reportaron daños ni heridos. En la Ciudad de Gaza, los residentes informaron de continuos ataques israelíes hasta las primeras horas del martes.
Antes de la reanudación de las conversaciones, el Secretario General de la ONU, António Guterres, instó al fin de las hostilidades, describiendo la situación humanitaria como una «catástrofe de una magnitud que desafía la comprensión». Guterres elogió la propuesta del Presidente Trump como una oportunidad para poner fin al trágico conflicto.
Mediadores de Qatar y Egipto están facilitando las conversaciones, reuniéndose con las delegaciones de Hamás e Israel. La delegación israelí incluye a Gal Hirsch, coordinador para los rehenes y desaparecidos, mientras que Hamás está representado por Khalil Al-Hayya, el principal negociador del grupo. La Casa Blanca confirmó la participación del enviado estadounidense Steve Witkoff y Jared Kushner en las conversaciones, enfatizando la importancia de alcanzar un acuerdo rápidamente.
Un componente clave del plan es aumentar la ayuda humanitaria a Gaza, donde más de dos millones de palestinos enfrentan hambre y, en algunas áreas, hambruna. La ONU ha declarado que hay «miles de toneladas en la cadena de suministro listas para entrar» desde Jordania, el puerto israelí de Ashdod y otros lugares.