IMPACTO PANAMÁ
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Panamá celebra un hito trascendental en su historia médica con la exitosa cirugía a corazón abierto de Leah Kmaila, una niña de 6 años originaria de Chiriquí. Leah se ha convertido en la primera paciente operada en el Hospital Pediátrico de Alta Complejidad de la Ciudad de la Salud, marcando un antes y un después en la atención médica infantil en el país. Su asombrosa recuperación, en tan solo quince días, fue motivo de celebración en el Palacio de Las Garzas, donde el presidente José Raúl Mulino la recibió con honores.
Leah padecía una comunicación interauricular, un defecto cardíaco que comprometía su salud. La Dra. Aida González, cardióloga pediatra, explicó que la intervención consistió en cerrar el orificio mediante un parche, corrigiendo así la circulación sanguínea. Este procedimiento, realizado por un equipo multidisciplinario de la Caja del Seguro Social, fue un éxito rotundo. La niña permaneció hospitalizada durante doce días y salió caminando, demostrando una notable mejoría.
El presidente Mulino, visiblemente emocionado, felicitó a Leah y a su familia, recordando una experiencia personal similar con sus hijas. Se comprometió a garantizar el acceso a medicamentos, citas y seguimiento médico para la pequeña. Además, la invitó a participar en la inauguración del nuevo hospital en Bugaba, reafirmando el compromiso del gobierno con la salud infantil.
Los padres de Leah expresaron su profunda gratitud y alegría por la recuperación de su hija. Yeniffer Guerra, la madre, declaró que ver a su hija reír de nuevo no tiene precio. Juan Quintero, el padre, añadió que ahora Leah podrá disfrutar de una vida normal. La familia regresó a su hogar en Bugaba, Chiriquí, donde Leah continúa su recuperación rodeada de amor y cuidados.
Este logro subraya la importancia del Hospital Pediátrico de Alta Complejidad, un centro diseñado para brindar atención médica de primer nivel a los niños panameños, evitando la necesidad de viajar al extranjero. La cirugía de Leah representa un nuevo comienzo para la medicina pediátrica en Panamá, ofreciendo esperanza a miles de familias. Este avance refleja el compromiso del país con la salud y el bienestar de sus niños, demostrando que Panamá está preparado para salvar vidas con tecnología, profesionalismo y compasión.
La historia de Leah es un símbolo de esperanza y un recordatorio del poder de la medicina para transformar vidas. Su valentía y recuperación inspiran a todo un país, demostrando que cuando se invierte en salud, se construye un futuro más brillante para todos. Panamá late más fuerte gracias a Leah, el nuevo corazón de la medicina pediátrica.
