Una delegación panameña de alto nivel, encabezada por el Ministro de Relaciones Exteriores, S.E. Javier Eduardo Martinez – Acha Vásquez, y la Embajadora de Panamá ante la Santa Sede, S.E. Delia Cárdenas Christie, se encuentra en la Ciudad del Vaticano para participar en los funerales del Papa Francisco. Este gesto subraya el profundo respeto y admiración que el Gobierno y el pueblo de Panamá sienten hacia el fallecido pontífice.
El anuncio de la delegación fue realizado por el Presidente de la República, S.E. José Raúl Mulino, quien destacó la figura del Papa Francisco como un líder global que trascendió las fronteras de la Iglesia Católica. «Sin duda fue un gran conductor de la Iglesia Católica panameña, que impuso modernidad en los tiempos y sobre todo un hombre global, no era el Papa de Roma, era el Papa del mundo», afirmó el Presidente Mulino, resaltando el interés del Papa por los problemas mundiales como la migración, el deporte, las guerras, la paz y el hambre.
El Presidente Mulino también compartió su experiencia personal al haber tenido el honor de conversar con el Papa Francisco sobre diversos temas durante una visita oficial al Vaticano en enero pasado. Este encuentro subraya la cercanía y el diálogo que el Sumo Pontífice mantuvo con líderes de todo el mundo.
El Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano, dejó una huella imborrable en la Iglesia Católica con su enfoque en la misericordia, la inclusión y la cercanía con la gente. Su legado en Panamá es especialmente significativo debido a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, un evento que atrajo a miles de jóvenes de todo el mundo al istmo panameño. Durante la JMJ, el Papa Francisco resaltó la importancia de Panamá como tierra de unidad y convocatoria, un mensaje que resonó profundamente en la sociedad panameña.
La delegación panameña se une a unos cincuenta Jefes de Estado o de Gobierno y diez representantes de casas reales en la Basílica Papal de San Pedro para dar el último adiós al Papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril de 2025 a la edad de 88 años, tras 12 años de pontificado. Su liderazgo y visión seguirán inspirando a millones de personas en todo el mundo.