Una densa nube de polvo proveniente del Sahara avanza sobre el Caribe y el sur de Estados Unidos, generando preocupación por la calidad del aire y la salud respiratoria. Este fenómeno, impulsado por la Capa de Aire Sahariano, una corriente de aire caliente y seco cargada de partículas finas, recorre miles de kilómetros desde el desierto africano, impactando en diversas regiones.
Se espera que la nube de polvo afecte principalmente a estados como Florida, Luisiana, Alabama y Misisipi, alcanzando su mayor densidad en el sur de Florida entre el 4 y 5 de junio. Este evento climático, que se intensifica entre junio y julio, provoca que grandes cantidades de material se desprendan del Sahara, siendo transportadas a través del Atlántico.
En el Caribe, países como Jamaica, Puerto Rico, Barbados y Trinidad y Tobago ya han experimentado cielos cubiertos por una densa bruma. Meteorólogos advierten que, si bien la concentración del polvo disminuye al avanzar hacia el norte, su impacto en la calidad del aire es significativo. En Puerto Rico, se registró un valor de profundidad óptica de aerosoles de 0.55, el más alto del año, indicando una mayor cantidad de radiación solar bloqueada por partículas en suspensión.
Las autoridades sanitarias, incluyendo los CDC y el NWS, alertan sobre los riesgos para la salud asociados con la exposición al polvo sahariano, especialmente para personas con afecciones cardíacas o pulmonares, adultos mayores, niños y personas con asma o alergias. La inhalación de estas partículas puede causar irritación en los ojos y la garganta, y agravar problemas respiratorios preexistentes. Se recomienda seguir las indicaciones de las autoridades locales y tomar precauciones para minimizar la exposición.
Además de sus efectos directos en la salud, la llegada del polvo sahariano al Atlántico podría influir en la formación de huracanes. La meteoróloga Gladys Rubio, del Centro Nacional de Huracanes (NHC), explica que el aire seco asociado con el polvo del Sahara tiende a inhibir la formación de sistemas tropicales. Sin embargo, los meteorólogos continúan monitoreando la situación, ya que la temporada de huracanes 2025 podría ser especialmente activa, según la NOAA.
Este fenómeno de la Capa de Aire Sahariano se repite anualmente entre abril y octubre, alcanzando su punto máximo entre junio y julio. Las columnas de polvo pueden elevarse hasta 6.000 metros y viajar largas distancias a través del océano. Si bien la nube actual no es tan densa como la registrada en 2020, sigue siendo uno de los eventos más importantes de la temporada. Expertos recomiendan mantenerse informados a través de los informes meteorológicos locales y adoptar medidas preventivas para proteger la salud ante la exposición al polvo sahariano.