Marine Le Pen, líder del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), ha decidido apelar la condena que la inhabilita políticamente por cinco años, según confirmó este viernes una fuente judicial. Le Pen, junto a otros once allegados y el propio partido, recurrieron la decisión del tribunal correccional de París en el conocido caso de los falsos asistentes parlamentarios.
La sentencia original, dictada el pasado 31 de marzo, condenó a Le Pen a cuatro años de prisión —dos de ellos exentos de cumplimiento y los otros bajo arresto domiciliario— además de la inhabilitación inmediata para ocupar cargos públicos, lo que pone en jaque sus aspiraciones presidenciales para 2027.
Un nuevo juicio en el horizonte
La apelación abre la puerta a un nuevo juicio que se celebrará en el primer semestre de 2026, con el objetivo de que el veredicto final no interfiera en la campaña presidencial del año siguiente. La Eurocámara, parte acusadora en el proceso, y la Fiscalía también han recurrido, lo que augura una batalla legal prolongada.
El caso gira en torno al uso indebido de fondos del Parlamento Europeo, mediante los cuales se habrían financiado supuestos asistentes parlamentarios que en realidad trabajaban para el partido RN en Francia. Le Pen y su entorno niegan los cargos y aseguran que se trata de una persecución política.
Le Pen no se rinde
Le Pen ha calificado el fallo como una “decisión política” y ha reafirmado su voluntad de seguir adelante. En un reciente mitin ante miles de simpatizantes, advirtió: “No me rendiré. Esta es una lucha por Francia y por la verdad”.
La apelación busca no solo revertir su inhabilitación, sino también mantener viva su imagen como favorita para las presidenciales de 2027, en un contexto donde la ultraderecha ha ganado fuerza tanto en Francia como en otros países europeos.