La alcaldesa de Boquerón y aspirante a la segunda vicepresidencia del CEN del PRD intensifica su recorrido nacional con un mensaje claro: unidad, compromiso y torrijismo vivo.
El fin de semana, Jesenka Espinosa, alcaldesa del distrito de Boquerón y reconocida dirigente del Partido Revolucionario Democrático (PRD), volvió a demostrar con hechos lo que siempre ha sostenido: “los votos no se heredan, se conquistan; y las elecciones se ganan en las urnas, con el pueblo, casa por casa, compañero por compañero.”
Fiel al estilo torrijista que la caracteriza —cercano, firme y profundamente humano— Jesenka recorrió distintas regiones del país, reuniéndose con directores del PRD para compartir su visión y pedirles el respaldo en su aspiración a la segunda vicepresidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido.
Su mensaje fue claro y contundente: este no es un momento para la división ni para los personalismos, sino para rescatar la esencia del torrijismo, esa doctrina que nos recuerda que el PRD nació del pueblo, para servirle al pueblo, y no para alejarse de él.
“El torrijismo no se proclama, se practica. Y hoy más que nunca, debemos volver a los principios que nos unieron: justicia social, participación y amor a la patria,” expresó Jesenka ante un grupo de dirigentes durante su recorrido.
En cada encuentro, su discurso combinó la fuerza del pasado con la visión del futuro. Recordó que el legado del General Omar Torrijos Herrera sigue siendo la brújula moral del PRD, pero también subrayó que los nuevos tiempos exigen renovación, inclusión y liderazgo femenino comprometido con los valores originales del partido.
“Las mujeres tenemos una responsabilidad histórica dentro del PRD: mantener viva la llama de la justicia social y aportar con visión, energía y sensibilidad al fortalecimiento del partido. El futuro se construye con todos, pero también con todas,” enfatizó Espinosa, entre aplausos.
Durante su gira, Jesenka reafirmó su compromiso con las bases, con los sectores productivos y con la juventud que busca espacios reales de participación. Habló de un PRD de puertas abiertas, que vuelva a las calles, a las comunidades y a las causas del pueblo.
Con un tono inspirador, destacó que la unidad del partido es el punto de partida para cualquier victoria, y que solo volviendo a la gente, escuchándola y caminando junto a ella, el PRD podrá mantener su rol histórico como garante de estabilidad, soberanía y justicia social en Panamá.
“Los votos se buscan uno a uno, con respeto, con diálogo, con compromiso. Y las elecciones se ganan en las urnas, con el corazón del pueblo y la fuerza del torrijismo,” reiteró Jesenka Espinosa con convicción.
Mientras otros se limitan a los discursos, ella camina, escucha y construye alianzas. Su liderazgo, nacido desde las bases, refleja el espíritu auténtico del PRD: la revolución democrática en acción.
Hoy, Jesenka Espinosa se levanta como una de las voces que representan el futuro del partido, ese PRD que mira hacia adelante sin olvidar su raíz, y que sigue creyendo —como Omar— que Panamá se construye desde el pueblo hacia arriba, nunca al revés.
Unidad, compromiso y patria. Así se gana. Así se construye el PRD del futuro.