Este perfil detallado de Kamala Harris, cortesía de su biógrafo Dan Morain, explora la compleja personalidad de la vicepresidenta estadounidense y cómo se forjó a lo largo de su carrera.
A medida que avanza su candidatura presidencial, Harris se presenta como una política formidable, con la imagen de una fiscal que enfrenta a un convicto. Su postura es una mezcla de empatía y rigor, y ha logrado conectar con una gran base de votantes, incluyendo aquellos que contribuyen con pequeñas donaciones. Además, su estilo se nutre de la influencia de su madre, Shyamala Gopalan, quien moldeó su carácter y le inculcó valores de persistencia y fortaleza.
La narrativa de Harris se enriquece también con su experiencia como fiscal, donde desarrolló una aguda comprensión de la justicia y el deber de rendición de cuentas. Este aspecto de su personalidad ha sido clave en su estrategia de campaña, en la cual enfatiza su papel de fiscal frente al estigma de «criminal convicto» de su oponente, Donald Trump.
Morain destaca el lado humano y empático de Harris, con ejemplos de sus gestos hacia amigos y colaboradores. A pesar de enfrentar desafíos como el sexismo y el racismo, Morain la describe como «una dama dura, inteligente y ética», capaz de defender causas justas y de mostrar fortaleza en los momentos difíciles.