El expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica, figura emblemática de la política latinoamericana, ha anunciado que el cáncer que padece se ha diseminado por su cuerpo, marcando un momento crucial en su batalla contra esta enfermedad.
El anuncio llega meses después de que Mujica, de 88 años, iniciara un intensivo tratamiento contra el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en abril de 2024. A pesar de haber completado 32 sesiones de radioterapia que inicialmente mostraron resultados prometedores, la enfermedad ha progresado.
«Hasta acá llegué», declaró Mujica con la franqueza que lo ha caracterizado durante toda su carrera política, palabras que resuenan con particular fuerza entre sus seguidores y la comunidad internacional.
Su trayectoria política ha sido extraordinaria: desde sus días como guerrillero tupamaro, pasando por 13 años de prisión durante la dictadura militar, hasta convertirse en presidente de Uruguay (2010-2015). Mujica se ha distinguido por su estilo de vida austero y su inquebrantable compromiso con la justicia social.
La noticia ha generado una ola de solidaridad en toda América Latina, donde Mujica es reconocido no solo como un líder político, sino como un referente moral cuya influencia trasciende las fronteras de Uruguay. Su filosofía de vida simple y su dedicación al servicio público han inspirado a generaciones de líderes y ciudadanos en todo el continente.
El legado de Mujica, caracterizado por su honestidad radical y su visión progresista de la política, permanecerá como un testimonio de que es posible ejercer el poder sin perder los principios ni la conexión con el pueblo.