Pekín ha anunciado que ya no solicitará el trato especial que se otorga a los países en desarrollo en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta decisión, largamente demandada por Estados Unidos, marca un cambio significativo en la postura de China dentro del sistema de comercio global. Según funcionarios del Ministerio de Comercio chino, esta medida busca fortalecer el sistema comercial mundial en un momento en que se ve amenazado por las guerras arancelarias y las políticas proteccionistas de diversos países.
Si bien el anuncio ha generado diversas interpretaciones, aún no está claro si conducirá a una mayor apertura del vasto mercado chino a los productos extranjeros. Estados Unidos y varios países europeos han expresado durante mucho tiempo sus quejas sobre las barreras a sus exportaciones. Es importante destacar que este cambio solo afectará a las negociaciones en curso y futuras, sin alterar los acuerdos ya existentes.
El anuncio fue realizado por el Primer Ministro chino, Li Qiang, durante un discurso en Nueva York ante un foro de desarrollo organizado por China en el marco de la Asamblea General de la ONU. Funcionarios chinos enfatizaron que la decisión de Pekín es voluntaria y no pretende sugerir que otros países en desarrollo deban seguir su ejemplo. «Es una decisión propia de China», declaró el principal enviado de China ante la OMC, Li Yihong, a los periodistas en Ginebra.
Las disposiciones de la OMC sobre «trato especial y diferenciado» otorgan a algunos países en desarrollo plazos más amplios para implementar acuerdos comerciales, pueden conducir a asistencia técnica del extranjero y ofrecen excepciones a algunas reglas que deben cumplir los países más ricos. A pesar de esta renuncia, China insiste en que sigue siendo parte del mundo en desarrollo.
El gobierno chino recalca que China es un país de ingresos medios y que sigue formando parte del mundo en desarrollo. No obstante, Estados Unidos ha argumentado durante mucho tiempo que China debería renunciar al estatus de país en desarrollo, dado que es la segunda economía más grande del mundo. El Primer Ministro Li Qiang insistió: «China siempre será un país en desarrollo».
En los últimos años, China se ha convertido en una fuente importante de préstamos y asistencia técnica para otros países que buscan construir carreteras, ferrocarriles, represas y otros grandes proyectos, a menudo emprendidos por importantes empresas estatales chinas.
La OMC no distingue oficialmente entre países desarrollados y en desarrollo, pero algunas naciones se autodenominan en desarrollo. En sus declaraciones, los funcionarios chinos no mencionaron a Estados Unidos por su nombre ni la imposición de aranceles por parte del Presidente Donald Trump a muchos otros países, incluida China. La OMC, que cuenta con 166 países miembros, proporciona un foro para las conversaciones comerciales mundiales y hace cumplir los acuerdos, pero ha perdido eficacia, lo que ha provocado llamamientos a la reforma.
La Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, describió la decisión china como «una noticia importante clave para la reforma de la OMC» y aplaudió y agradeció a los líderes del país en una publicación en X. «Esta es la culminación de muchos años de arduo trabajo», escribió Okonjo-Iweala.