IMPACTO PANAMÁ
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La vida de Dani Alves, el exfutbolista brasileño de 42 años, ha dado un giro inesperado tras su salida de la cárcel, donde cumplió 14 meses de prisión preventiva. El otrora astro del fútbol, acusado de agresión sexual en 2022, ha encontrado un nuevo camino en la fe y la vida familiar, transformando radicalmente su imagen pública y personal.
Después de un proceso judicial que capturó la atención mediática, Alves fue absuelto tras detectarse inconsistencias en las pruebas presentadas. Este hecho marcó el inicio de una reconstrucción personal para el ex jugador, considerado uno de los futbolistas más laureados de la historia.
Lejos de los estadios que lo catapultaron a la fama, Alves se ha sumergido en la comunidad evangélica. Ahora se define como un «discípulo de Cristo Jesús» en sus redes sociales, donde comparte versículos bíblicos y mensajes espirituales a sus casi 35 millones de seguidores en Instagram. Su transformación es evidente, dejando atrás la imagen del futbolista para abrazar su nueva identidad religiosa.
Recientemente, Alves participó como invitado en el tercer congreso de jóvenes de la Iglesia Elim de Girona, uno de sus primeros actos públicos tras su absolución. Imágenes difundidas en redes sociales lo muestran cantando canciones religiosas y compartiendo su testimonio personal. «Hay que tener fe, hermanos míos, yo soy la prueba de eso. Porque aquí lo que Dios promete, es lo que Dios cumple», proclamó ante los fieles, según reportaron medios como Sport, El Español y Marca.
El ex lateral derecho de la selección brasileña también compartió detalles sobre su acercamiento a la fe durante su tiempo en prisión: «En medio de las turbulencias, en medio de la tempestad, siempre hay un mensajero de Dios. Y ese mensajero en el peor momento de mi vida, me recogió, me llevó para la Iglesia para el camino y hoy yo estoy en el camino gracias a ellos».
Alves reveló haber hecho un pacto con Dios durante su reclusión: «Te voy a servir, pero cuida de mi casa, cuida los corazones de esas personas que no me abandonarán».
Además de su fe, Alves ha retomado la relación con su esposa, la modelo Joana Sanz, con quien celebró recientemente el nacimiento de su primera hija en común mediante fecundación in vitro. Este nuevo capítulo en su vida familiar refuerza su proceso de renovación personal.
El cambio en el perfil público de Alves es innegable. Sus publicaciones en redes sociales ahora se centran en pasajes bíblicos y mensajes de perdón y renovación espiritual, dejando atrás las imágenes de su vida deportiva. Su transformación ha generado un gran impacto en sus seguidores y en la opinión pública, marcando un nuevo comienzo para el exfutbolista.
