El presidente de la República, José Raúl Mulino, sostuvo este lunes en Nueva York un encuentro de alto nivel con el Príncipe Heredero de Kuwait, Sabah Al-Khaled Al-Hamad, donde planteó una hoja de ruta para atraer nuevas inversiones al país.
Durante la reunión, Mulino invitó formalmente a Kuwait a establecer una embajada en Panamá, con el fin de fortalecer los lazos bilaterales y abrir la puerta a una mayor cooperación en sectores estratégicos.
Panamá como hub de inversiones
El mandatario panameño destacó que el país ofrece megaproyectos de infraestructura y un hub logístico privilegiado, capaz de conectar con el mercado latinoamericano y posicionarse como un socio confiable para la expansión de capital kuwaití.
“Panamá es la puerta de entrada natural hacia América Latina, con estabilidad, seguridad jurídica y proyectos que necesitan socios estratégicos de la talla de Kuwait”, señaló Mulino.
Propuesta de Kuwait
Por su parte, el príncipe heredero kuwaití mostró interés en avanzar hacia la firma de un tratado de doble tributación, inversión y financiamiento, que permita al país del Golfo apoyar proyectos en Panamá en áreas como energía, puertos, salud y telecomunicaciones.
Además, destacó la voluntad de Kuwait de concretar decisiones inmediatas que fortalezcan la cooperación mutua.
Invitaciones clave
Mulino extendió a Kuwait una invitación a participar en dos importantes citas internacionales: el II Foro Económico de América Latina, respaldado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), que se celebrará en Panamá en enero de 2026, y la próxima edición de EXPOCOMER, uno de los eventos comerciales más relevantes de la región.
Conexión regional
El encuentro también resaltó la coincidencia de que Panamá ostenta actualmente la Presidencia Pro Tempore del SICA y de la AEC, organismos de los que Kuwait ya forma parte como miembro observador. Esta convergencia abre una vía adicional para dinamizar la relación entre ambos países.
Panamá en la ruta de Kuwait
Con esta reunión, Mulino posiciona a Panamá como un socio estratégico para Medio Oriente, reforzando el papel del país en el escenario económico internacional y trazando un camino hacia una relación que podría transformar la inversión extranjera en los próximos años.