IMPACTO PANAMÁ
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La historia del fundador de Zara comenzó con una promesa hecha por un niño de 12 años que presenció cómo su familia no tenía dinero ni siquiera para comprar pan.
Amancio Ortega Gaona, hoy uno de los hombres más ricos del mundo, vivió en carne propia lo que significa la pobreza extrema. A los 12 años, acompañó a su madre a una tienda local en Galicia, donde el comerciante les negó el crédito que habían solicitado. Regresaron a casa con las manos vacías, y ese momento marcó un antes y un después en la vida del futuro magnate textil.
Los Primeros Pasos en el Mundo Laboral
Decidido a cambiar su destino, Ortega abandonó los estudios y comenzó a trabajar como repartidor en una camisería. Durante esos primeros años laborales, observaba cada detalle del negocio textil, aprendiendo sobre fabricación, distribución y ventas.
Junto a su esposa, comenzó un modesto emprendimiento cosiendo batas de baño que vendían de puerta en puerta. Los inicios fueron extremadamente duros: la pareja pasaba frío para ahorrar en calefacción y llegaron a sufrir el robo de toda su mercancía durante una Navidad.
El Nacimiento de un Imperio
En 1975, Ortega dio el paso definitivo al abrir una pequeña tienda en A Coruña que llamó Zara. Su concepto revolucionario consistía en ofrecer moda rápida y accesible para todos los públicos, algo completamente innovador para la época.
La estrategia de «moda rápida» permitía a Zara responder ágilmente a las tendencias del mercado, produciendo prendas inspiradas en las últimas corrientes de la moda a precios competitivos. Esta fórmula resultó ser el secreto del éxito.
Un Gigante Global
Actualmente, Zara opera en más de 90 países y forma parte del grupo Inditex, uno de los mayores conglomerados textiles del mundo. A pesar de su inmensa fortuna, Ortega mantiene un perfil discreto y evita los lujos ostentosos.
La trayectoria de Amancio Ortega demuestra cómo la determinación y el trabajo duro pueden transformar las circunstancias más adversas en oportunidades de crecimiento. Su historia continúa inspirando a emprendedores de todo el mundo que enfrentan dificultades económicas en sus inicios.
El empresario gallego, que comenzó repartiendo camisas, construyó un imperio que cambió para siempre la industria de la moda global, convirtiendo a España en una potencia textil mundial.
