IMPACTO PANAMÁ
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La llegada de Xabi Alonso al Real Madrid ha supuesto una revolución en la gestión del equipo, implementando un método estricto que ha generado tensiones internas, aunque también ha mostrado resultados prometedores. Según un análisis de The Athletic, el nuevo enfoque ha provocado una «ruptura temprana con las grandes estrellas».
La reciente victoria contra el Barcelona supuso un alivio para Alonso y su equipo técnico, especialmente tras las críticas recibidas después de la derrota ante el Atlético de Madrid. El cambio de ciclo, tras la salida de Carlo Ancelotti, implicó romper con rutinas establecidas, consideradas «malos hábitos» por el nuevo cuerpo técnico. Alonso impuso la premisa de que todos deben trabajar más, sin asegurar puestos a nadie.
Se estableció un nuevo reglamento, acordado con los jugadores veteranos, que prioriza la disciplina, sesiones físicas extensas y análisis de video individuales y grupales. Fuentes internas señalan que se busca «más disciplina y orden», control de horarios y trabajo preventivo en el gimnasio.
Sin embargo, no todos los jugadores han recibido bien estos cambios. Existe frustración, especialmente entre los veteranos, que sienten una pérdida de libertad y un aumento de la presión. Algunos se han quejado, según The Athletic, acostumbrados a un trato diferente bajo la dirección de Ancelotti. Se percibe a Alonso como un líder «distante e inaccesible», contrastando con la popularidad de su predecesor. Un allegado a un veterano incluso comentó: «Se cree Pep Guardiola, pero por ahora solo es Xabi».
Otra medida significativa ha sido restringir el acceso a los entrenamientos y espacios internos, buscando mayor concentración y privacidad. Esta política también ha afectado la filtración de alineaciones, un cambio notable en la cultura reciente del club. Alonso también limitó el acceso al vestuario de personas externas, fomentando un ambiente más seguro y confidencial.
En el plano deportivo, el cuerpo técnico pide paciencia, destacando que están en un proceso de transformación. La apuesta por jóvenes talentos y la consolidación de jugadores clave, como Kylian Mbappé, respaldan la gestión de Alonso. No obstante, la directiva sigue de cerca el ambiente en el vestuario, especialmente tras episodios como el protagonizado por Vinicius Jr. en el Clásico.
El respaldo institucional a Alonso se basa en su liderazgo y logros recientes, pero la presión por mantener el control y los resultados persiste. Al final, los resultados serán determinantes para su continuidad. Alonso es consciente de que, si el rendimiento mejora, la armonía interna será un factor secundario: «Si los resultados y el rendimiento siguen mejorando, la impresión que tenemos de Alonso como entrenador del Madrid sugiere que le importará poco si hay momentos de desarmonía dentro del grupo durante el proceso».
En resumen, la gestión de Xabi Alonso en el Real Madrid se caracteriza por nuevos métodos, un cuerpo técnico valorado, un ambiente de «búnker», comparaciones con Guardiola y cierto descontento entre algunos jugadores veteranos. El futuro del equipo dependerá de la capacidad de Alonso para equilibrar la disciplina con la motivación de sus estrellas.
