En apenas 12 meses al mando de la Alcaldía de Panamá, Mayer Mizrachi ha transformado su administración con un estilo disruptivo: práctico, innovador y enfocado en resultados. Su gestión se distancia del aparato político tradicional y pivota hacia la modernización, la austeridad eficaz, el uso de tecnología y un fuerte compromiso con la ciudadanía.
1. Austeridad con impacto
Redujo la planilla municipal hasta en un 40 %, eliminando alrededor de 2,200 contratos y recortando 75 puestos, lo que representa un ahorro mensual cercano a 2 millones de dólares.
Suspendió múltiples líneas de celular no esenciales, ahorrando unos B/. 54,000 al año.
2. Verde y sostenible
Inició una ambiciosa campaña de reforestación con más de 3,000 árboles plantados en los 26 corregimientos.
Apostó por la economía circular, como al colocar tapas de alcantarillas con plástico reciclado, un proyecto piloto en Punta Pacífica que redujo hasta 90 % el costo.
3. Infraestructura urbana y movilidad
Reparó aceras y tapó más de 56 huecos en zonas como San Francisco y Pedregal.
Introdujo cuatro carros eléctricos en el programa “Recreovía”, mejorando seguridad y música familiar en espacios públicos.
En un paso decisivo hacia la formalidad, inició la regulación y ordenamiento de buhonería, con propuestas para mercados municipales y reubicaciones.
4. Innovación, tecnología y digitalización
Creó internamente un sistema de carnets con códigos QR, para autenticación del personal municipal, lo que ha abierto camino a licenciar esta tecnología en otras instituciones.
Lanzó parquímetros inteligentes con QR, eliminando papel y optimizando cobros.
Autorizó la creación de una empresa municipal tipo sociedad anónima, encargada de avanzar en la digitalización de recaudación, IA, movilidad inteligente y soluciones tecnológicas internas.
5. Innovación financiera
Con una visión futurista, anunció que los impuestos municipales podrán pagarse en criptomonedas, mediante un convenio con Towerbank que mitiga la volatilidad al convertir los pagos directamente a dólares. Es una medida pionera en Centroamérica, con posible impacto regional.
6. Cultura, emprendimiento y turismo
Organizó exitosamente una convención de gaming en septiembre de 2024, generando movimiento económico y colocando a Panamá como hub de entretenimiento digital.
Adecuó espacios para buhoneros y emprendedores, modernizando kioscos y promoviendo ferias y empleo local.
Entregó la Llave de la Ciudad a los Centinelas del Canal, reconociendo su esfuerzo histórico y promoviendo el sentido de pertenencia ciudadana.
7. Vida nocturna y turismo
A finales de 2024, firmó el “Decreto Berenjena”, flexibilizando horarios para zonas turísticas (Casco Viejo y Amador), hasta las 4:00 a. m. durante fines de semana, siempre respaldado con operativos de seguridad policial.
También propuso que la empresa privada financie los carnavales, liberando recursos municipales y maximizando su alcance.
Una visión diferente
Mizrachi llegó a la alcaldía con una imagen de empresario innovador y comunicador directo —»El Chacalde”—, y rápidamente se convirtió en activista urbano: se le vio colocando tapas de alcantarilla, limpiando muros y promoviendo soluciones que, en muchos casos, superan la burocracia institucional.
Su estilo, sin embargo, no ha estado exento de críticas: algunos lo acusan de crear estructuras paralelas (empresa municipal), ser muy mediático o descuidar ciertas áreas. No obstante, los resultados en ahorro, modernización y ambiente lo respaldan.
Conclusión
La gestión de Mayer Mizrachi representa una proyección distinta sobre lo que puede ser la Alcaldía de Panamá: una institución eficiente, moderna, digital y cercana. Su enfoque en austeridad, tecnología, sostenibilidad y dinamización cultural lo posiciona como un alcalde fuera de serie, cuyo impacto va más allá de los titulares: ha roto con viejas inercias y ha sembrado un modelo de ciudad que desea brillar con luz propia.
Noticias recientes sobre el pago de impuestos con cripto: