La Unión Europea (UE) se prepara para un posible fracaso en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, aprobando aranceles por valor de 93.000 millones de euros a las importaciones estadounidenses, según informes de la Agencia EFE. Esta medida cautelar se produce en medio de la incertidumbre sobre la posibilidad de que el presidente Donald Trump realice movimientos inesperados que frustren un acuerdo comercial.
Según el Financial Times, la UE y Estados Unidos estarían cerca de pactar aranceles generales del 15% para sus productos. Sin embargo, la desconfianza persiste, lo que ha llevado a los Veintisiete a tomar precauciones en caso de que las negociaciones no lleguen a buen término. El acuerdo con Japón, que Trump describió como el “más grande de la historia” en su red social Truth Social, impone tasas similares a la mayoría de los productos, lo que ha influido en la propuesta europea.
La UE ha priorizado la vía diplomática para resolver el conflicto comercial, que se inició en abril con el anuncio de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos. Bruselas confía en alcanzar un consenso antes de la fecha límite del 1 de agosto para evitar la entrada en vigor de aranceles generales del 30% amenazados por Trump, lo que activaría las represalias económicas aprobadas.
Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea (CE), declaró en una rueda de prensa que se está trabajando arduamente para lograr un acuerdo beneficioso para ciudadanos, empresas y consumidores de la UE. Aunque no hay reuniones presenciales programadas entre Bruselas y Washington, los contactos técnicos y políticos continúan a diario.
El respaldo de los Estados miembros a la lista de represalias, que afectan a productos estadounidenses valorados en 93.000 millones de euros, fue confirmado por Gill. La Comisión Europea adoptará formalmente la lista, que será publicada en el boletín oficial de la UE. Estas contramedidas entrarían en vigor automáticamente el 7 de agosto si no se alcanza un acuerdo con Washington, aunque se podrían suspender si las circunstancias cambian.
La prioridad de la UE es evitar un escenario de “peor dolor arancelario potencial”, según Gill. La Comisión no tiene intención de presentar nuevas contramedidas antes del 1 de agosto, aunque todas las opciones siguen sobre la mesa. El presidente Trump anunció hace dos semanas su intención de imponer aranceles del 30% a los productos procedentes de la UE a partir del 1 de agosto. En respuesta, la Comisión propuso un segundo paquete de represalias por valor de 72.000 millones de euros, que se suman a los 21.000 millones ya aprobados por los aranceles al acero y al aluminio. Ambas listas se han fusionado en una sola, que es la que han aprobado los Estados miembros.
La lista de represalias afecta a sectores clave como el automotriz, la aeronáutica, la maquinaria y los productos agroalimentarios, incluyendo el whisky bourbon.
En resumen, la Unión Europea está tomando medidas preventivas ante la incertidumbre de un acuerdo comercial con Estados Unidos, preparando aranceles de represalia que podrían entrar en vigor en agosto si no se logra un consenso. La UE busca evitar una guerra comercial y prioriza la negociación, pero está lista para defender sus intereses económicos.