En una visita oficial a Costa Rica, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, recibió la Orden Nacional Juan Mora Fernández, un reconocimiento que aprovechó para fortalecer lazos bilaterales y enviar un mensaje contundente sobre su gestión y los desafíos que enfrenta. Durante su discurso, Mulino no solo agradeció la distinción otorgada por el presidente costarricense, Rodrigo Chaves Robles, sino que también reveló detalles inéditos sobre las presiones que sufrió durante su campaña presidencial.
Mulino confesó que poderosos sectores intentaron impedir su participación en las elecciones de 2024. En una declaración firme, aseguró que advirtió sobre las consecuencias de tal acción: “Si ustedes se prestan para no dejarme correr, prendo este país por las cuatro esquinas. Porque se va a respetar el derecho del pueblo panameño”. El mandatario señaló a medios de comunicación, empresarios y a la Corte Suprema como actores que buscaron frenar su avance político. Esta declaración revela la intensidad del panorama político que rodeó su elección y su determinación para defender la voluntad popular.
El presidente panameño subrayó que llegó al poder sin compromisos previos, lo que le permite actuar con independencia. “Llegué al gobierno sin hipoteca. Hoy vienen a mí, pero en plano de igualdad, no de subordinación”, afirmó. Esta independencia, según Mulino, es crucial para abordar los problemas que aquejan a Panamá y para fortalecer la cooperación regional.
Uno de los temas centrales de su discurso fue la lucha contra el crimen organizado. Mulino destacó que Panamá y Costa Rica comparten desafíos comunes, como el narcotráfico, el contrabando y el lavado de dinero. Reveló importantes golpes contra el crimen organizado, incluyendo la incautación récord de 13.5 toneladas de cocaína y el desmantelamiento de una red de narcotráfico en el Aeropuerto Internacional de Tocumen. Ante esta realidad, insistió en la necesidad de una Ley Antimafia, similar a las existentes en Italia, Francia o Estados Unidos, para enfrentar con mayor eficacia a las organizaciones criminales.
El presidente Mulino también abordó la situación económica de Panamá, señalando que heredó un país con un déficit significativo. Sin embargo, aseguró que su administración está trabajando para reducirlo. Anunció un ambicioso plan de inversión para 2026, destinando $11,200 millones a infraestructura vial, salud, agua y saneamiento, y educación. En cuanto a la crisis del agua, reconoció que el problema no es la falta de lluvias, sino la distribución del recurso, y que su gobierno está trabajando para resolverlo.
En el ámbito de la integración regional, Mulino anunció que Panamá presentará formalmente su solicitud de adhesión al Mercosur el 20 de diciembre, con el objetivo de convertirse en una plataforma logística para los exportadores del sur. Asimismo, destacó la importancia de invertir en educación técnica y tecnológica, especialmente en áreas como la electrónica y los microconductores.
Finalmente, Mulino hizo un llamado a la unidad y a la defensa de la democracia en la región, reconociendo que Panamá y Costa Rica representan un “oasis” en un entorno complicado. Agradeció nuevamente la condecoración recibida y reafirmó su compromiso de trabajar por el bienestar de Panamá y por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con Costa Rica.
IMPACTO PANAMÁ