IMPACTO PANAMÁ
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En un contexto de creciente tensión y conflicto en la región, el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció la recepción de los cuerpos de dos rehenes fallecidos, previamente retenidos por Hamás en la Franja de Gaza. La entrega, coordinada a través de la Cruz Roja, se produjo en medio de fuertes bombardeos israelíes y acusaciones mutuas entre ambas partes.
«Israel recibió, a través de la Cruz Roja, a dos secuestrados fallecidos que fueron entregados al Ejército y las fuerzas del Shin Bet dentro de la Franja de Gaza», declaró la oficina de Netanyahu en un comunicado oficial. Los cuerpos serán trasladados al Instituto Nacional de Medicina Forense Abu Kabir, en Yaffa, para su identificación formal con honores militares, supervisada por el rabino jefe del Ejército israelí.
Las Brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamás, habían anunciado la recuperación de los cadáveres de los dos rehenes el martes 28 de octubre de 2025. Sin embargo, la entrega se retrasó debido a la intensificación de los bombardeos israelíes sobre Gaza. Según informes de medios israelíes, los rehenes serían Amiram Cooper, de 85 años, y Saher Baruch, de 25 años. Se presume que Cooper falleció en un túnel que colapsó como consecuencia de los bombardeos, mientras que Baruch habría muerto durante una operación de rescate fallida por parte del Ejército israelí en enero de 2024, un hecho reconocido previamente por las autoridades israelíes.
La situación en la Franja de Gaza continúa siendo extremadamente volátil. Los constantes bombardeos israelíes, justificados como respuesta a los ataques de Hamás, han provocado una grave crisis humanitaria y un número creciente de víctimas civiles. La entrega de los cuerpos de los rehenes se produce en un momento crítico, con pocas perspectivas de un cese al fuego inmediato.
La devolución de los cuerpos de los rehenes, aunque un gesto en sí mismo, no logra mitigar la profunda desconfianza y hostilidad entre Israel y Hamás. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y hace un llamado urgente a ambas partes para que cesen las hostilidades y busquen una solución pacífica al conflicto. La situación humanitaria en Gaza, ya precaria, se agrava día tras día, con hospitales desbordados y una población civil traumatizada por la violencia.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países consideran a Hamás como una organización terrorista. La presión internacional sobre ambas partes es cada vez mayor para que se sienten a la mesa de negociaciones y pongan fin a un ciclo de violencia que parece no tener fin. Mientras tanto, las familias de los rehenes fallecidos se preparan para recibir sus restos y darles un entierro digno, en medio del dolor y la incertidumbre que asolan la región.
