Por Carlos B. Castillo – Periodista Investigador
Investigación de Impacto | Primera Entrega
Durante los meses más oscuros de la pandemia, una red de poder se movía entre contratos, favores y silencios, mientras el país sufría…
La emergencia sanitaria por COVID-19 no solo puso al país en jaque desde la salud y la economía. Según fuentes de entero crédito, también abrió una ventana para que figuras cercanas al poder político manipularan fondos públicos, generando un daño profundo al Estado y a la confianza ciudadana. Entre los nombres que emergen de esta investigación, uno resalta por su perfil silencioso pero determinante: Edgar Enrique Guzmán Ruiz, más conocido en ciertos círculos como “Purry”, oriundo de Penonomé.
Guzmán, de acuerdo con documentos oficiales a los que este medio tuvo acceso, fue una pieza clave en lo que se perfila como una compleja red de triangulación de fondos, captación presuntamente fraudulenta de capital privado y operaciones financieras con apariencia legal que, según fuentes, permitieron el blanqueo de recursos desviados del Estado.
El Hombre detrás del Alias
Edgar Guzmán, cuya cédula registra 2-719-445, operaba desde Penonomé y Ciudad de Panamá, involucrando sociedades como PANAMA EXECUTIVE PROTECTION & CONSULTING, S.A. (PEPC) y GENERAL CONSTRUCTION PARTNERS, S.A., que, según nuestra investigación, habrían servido como vehículos para la justificación de contratos inflados y servicios nunca entregados.
Fuentes vinculadas a organismos descentralizados y alcaldías locales aseguran que Guzmán era el nexo operativo de un círculo cercano al entonces vicepresidente José Gabriel Carrizo, conocido como Gaby Carrizo. Su relación más directa, de acuerdo con registros y testimonios, era con el tío del vicepresidente, Ignacio “Nacho” Carrizo, quien facilitaba las triangulaciones para justificar facturas millonarias bajo contratos de emergencia.
Triangulación en Tiempos de Crisis
Durante la emergencia nacional, los ministerios de Salud (MINSA) y de Ambiente, así como varios municipios —con Penonomé como epicentro— habrían servido como canales para formalizar contrataciones que nunca se materializaron. Fuentes confiables describen la entrega de bolsas de alimentos y otros servicios que, en muchos casos, nunca llegaron a manos de los ciudadanos, pero sí generaron ingresos millonarios para la red liderada por Guzmán.
Corporaciones privadas locales, incluyendo una vinculada a un importante grupo empresarial, presuntamente prestaron instrumentos financieros y líneas de crédito para dar apariencia legal a estas operaciones, facilitando la circulación de fondos sin control y dificultando el rastreo contable.
El Estado, Víctima Silenciosa
El drama no fue solo económico. Cada factura inflada, cada servicio simulado, representó un retraso directo en la entrega de asistencia a quienes más la necesitaban. Según expertos consultados, la maniobra afectó la eficiencia del Estado en un momento crítico, mientras la pandemia avanzaba y miles de panameños dependían de la respuesta gubernamental.
El daño moral, sumado al desvío de recursos, deja una marca profunda en la percepción ciudadana: la sensación de que mientras el país luchaba por salvar vidas, una red dentro del poder movía hilos en su propio beneficio.
La Vida Detrás del Éxito Aparente
Hoy, Edgar Guzmán se presenta como un empresario exitoso, propietario de caballos, patrocinador de equipos de lazo y activo en el mundo agropecuario. Sin embargo, según nuestra investigación, las fortunas que exhibe provendrían, en buena medida, de fondos públicos y del engaño sistemático a inversionistas privados.
En Penonomé, Guzmán mantiene poder local y alianzas estratégicas con actores políticos, incluyendo apoyo público de figuras que en el pasado han defendido sus operaciones. Este respaldo complica los procesos legales abiertos, pero no borra las evidencias que aún permanecen visibles y denunciables.
El Futuro de la Investigación
La historia apenas comienza. La red de relaciones y operaciones que rodea a “Purry” Guzmán es más amplia de lo que esta primera entrega puede mostrar. En nuestra próxima entrega, nuevos nombres saldrán a la luz y la madeja del poder comenzará a desenredarse, revelando cómo ciertos actores manipularon el aparato estatal y los mecanismos de emergencia para beneficio propio, mientras Panamá sufría.
Carlos B. Castillo – Periodista Investigador
Investigación de Impacto | Primera Entrega