Científicos han desentrañado un misterio clave en la lucha contra el cáncer de mama: cómo las células tumorales pueden permanecer dormidas durante años para luego despertar y reactivarse, provocando metástasis. Este hallazgo, publicado recientemente en la revista científica de renombre internacional, podría revolucionar las estrategias de tratamiento y prevención de esta enfermedad que afecta a miles de mujeres en todo el mundo. La investigación, liderada por un equipo multidisciplinario, se centró en analizar los mecanismos moleculares que permiten a las células cancerosas entrar en un estado de latencia, una especie de «hibernación» que las hace invisibles a los tratamientos convencionales como la quimioterapia y la radioterapia.
Durante este período de inactividad, las células tumorales se esconden en nichos específicos del organismo, a menudo en la médula ósea o en otros órganos distantes del tumor original. Allí, se mantienen en un estado quiescente, esperando el momento oportuno para reactivarse. Los investigadores descubrieron que este despertar celular está influenciado por una serie de factores, incluyendo cambios en el microambiente tumoral, señales inflamatorias y alteraciones hormonales. Uno de los hallazgos más importantes del estudio es la identificación de una proteína clave, llamada OVOL, que juega un papel fundamental en el proceso de latencia y reactivación de las células cancerosas. Esta proteína actúa como un interruptor que puede encender o apagar la capacidad de las células tumorales para proliferar y diseminarse.
Al comprender cómo funciona este interruptor, los científicos esperan desarrollar nuevas terapias dirigidas que puedan mantener las células cancerosas en un estado de latencia permanente o, mejor aún, eliminarlas por completo. «Nuestro objetivo es encontrar fármacos que puedan bloquear la acción de esta proteína y evitar que las células tumorales se reactiven», explica el Dr. Yosef Yarden, autor principal del estudio. «Creemos que esta estrategia podría ser especialmente eficaz para prevenir la metástasis, que es la principal causa de muerte en pacientes con cáncer de mama».
La investigación también reveló que las células tumorales latentes son más resistentes a los tratamientos convencionales que las células cancerosas activas. Esto se debe a que las células latentes tienen una menor tasa de proliferación y una mayor capacidad para reparar el daño del ADN. Por lo tanto, es crucial desarrollar nuevas terapias que puedan atacar específicamente a estas células dormidas. Los investigadores están explorando varias estrategias para lograr este objetivo, incluyendo el uso de inmunoterapias, que estimulan el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas, y el desarrollo de fármacos que pueden alterar el metabolismo de las células latentes.
Además de su potencial impacto en el tratamiento del cáncer de mama, este estudio también podría tener implicaciones para otras formas de cáncer que presentan un comportamiento similar, como el cáncer de próstata y el melanoma. Comprender los mecanismos de latencia y reactivación de las células tumorales es un paso fundamental para lograr una cura definitiva para el cáncer. Los próximos pasos de la investigación incluyen la realización de ensayos clínicos para evaluar la eficacia de las nuevas terapias dirigidas en pacientes con cáncer de mama. Los científicos esperan que estos ensayos proporcionen pruebas sólidas de que es posible controlar la latencia y reactivación de las células tumorales y, en última instancia, mejorar las tasas de supervivencia de los pacientes con cáncer.