La trigésima Conferencia de las Partes (COP30) se celebrará en Belém, Brasil, del 10 al 21 de noviembre de 2025, marcando un hito crucial en la lucha contra el cambio climático. Este evento reunirá a representantes de 198 países para fortalecer los compromisos climáticos y evaluar el progreso del Acuerdo de París. Brasil, como anfitrión, ha adelantado la cumbre de jefes de Estado para los días 6 y 7 de noviembre, asegurando un inicio organizado y con un marco político sólido.
La COP30 se centrará en la reducción de emisiones, la adaptación a los impactos del cambio climático y la transición hacia fuentes de energía renovables. António Guterres, Secretario General de la ONU, ha instado a acelerar esta transición, subrayando la necesidad de acceso a energía limpia y asequible para todos. La conferencia busca impulsar una revolución energética y compromisos más ambiciosos por parte de los países participantes.
La Amazonía, un foco mundial en la COP30
La COP30 es un encuentro anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde líderes mundiales, científicos y organizaciones de la sociedad civil discuten acciones para combatir el cambio climático. Este evento se deriva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, firmada en 1992, que establece el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”, reconociendo que los países desarrollados deben liderar y proporcionar recursos a los más vulnerables.
Belém, ubicada en el estado de Pará, Brasil, ha sido elegida como sede de la COP30. Esta ciudad, con más de 400 años de historia, simboliza tanto la riqueza cultural amazónica como los desafíos globales de conservación. La deforestación y la presión sobre los ecosistemas hacen de Belém un recordatorio de lo que está en juego. Brasil busca fortalecer el multilateralismo y acelerar la implementación del Acuerdo de París desde la Amazonía, enviando un mensaje sobre la necesidad de proteger los ecosistemas críticos.
¿Quiénes participarán en la COP30?
La COP30 reunirá a jefes de Estado, ministros, diplomáticos, representantes de la ONU, científicos, líderes empresariales, ONG y activistas de 198 países. Este evento no será solo una reunión, sino una prueba de fuego para la cooperación internacional y la capacidad de los países para priorizar un objetivo común sobre intereses individuales. El mundo observará a Belém con atención, consciente de que las decisiones tomadas allí impactarán las trayectorias de desarrollo de las próximas décadas.
La COP30 representa una oportunidad histórica para que Brasil reafirme su liderazgo en las negociaciones sobre cambio climático y sostenibilidad global. El país podrá demostrar sus esfuerzos en energías renovables, biocombustibles y agricultura de bajo carbono. La conferencia se basará en hitos anteriores como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, que buscan mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C.
Brasil se prepara para la COP30
El Gobierno brasileño ha creado la Secretaría Extraordinaria para la COP30 (SECOP) para coordinar las acciones necesarias para la realización de la conferencia. André Corrêa do Lago, Presidente de la COP30, ha destacado la importancia de involucrar a las personas en la lucha contra el cambio climático, resaltando que sus experiencias, acciones y liderazgo son esenciales para una relación más armoniosa con la naturaleza.
La COP30 se compromete a seguir prácticas sostenibles, como la compensación de emisiones de carbono y el uso de energía renovable. La conferencia dará continuidad al Acuerdo de París y se centrará en las metas de limitar el aumento de la temperatura global y los compromisos de financiación climática. Brasil busca transformar la COP30 en un hito global de implementación del Acuerdo de París, priorizando la Amazonía como solución climática, la financiación justa para los países en desarrollo y la promoción de transiciones justas e inclusivas.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) proporciona la base científica para estas decisiones. Sus informes muestran que limitar el calentamiento a 1,5 °C requiere reducciones rápidas y profundas de las emisiones en todos los sectores. La COP30 será un espacio decisivo para transformar las promesas en acciones inmediatas, con todas las miradas puestas en la Amazonía.