IMPACTO PANAMÁ
Related Articles
El panorama político entre Washington y Caracas ha dado un giro radical. En una reciente entrevista, el presidente Donald Trump ha sacudido la diplomacia hemisférica al afirmar abiertamente que no descarta una acción militar contra la dictadura de Nicolás Maduro, subrayando que la paciencia de su administración se está agotando ante la persistencia del régimen en el poder.
Un mensaje sin ambigüedades
Durante sus declaraciones, Trump fue consultado sobre la posibilidad de un conflicto armado para forzar un cambio político en Venezuela. Su respuesta fue contundente: «No descarto nada». El mandatario insistió en que Venezuela se ha convertido en una amenaza directa para la seguridad nacional de los Estados Unidos, citando la crisis migratoria, el narcotráfico y la creciente influencia de potencias extranjeras rivales en suelo venezolano.
Las claves de la postura de Trump:
- Fracaso de la vía diplomática: El presidente sugirió que años de sanciones no han sido suficientes y que es necesario considerar medidas de fuerza para restaurar la democracia.
- Seguridad Fronteriza: Vinculó directamente la situación en Venezuela con el caos en la frontera sur de EE. UU., afirmando que la salida de Maduro es vital para detener el flujo migratorio irregular.
- Advertencia a Rusia y China: La retórica también busca marcar una línea roja para los aliados internacionales del chavismo, dejando claro que EE. UU. considera a Venezuela dentro de su esfera de influencia directa.
Reacciones y consecuencias
Estas palabras han generado una onda de choque en la región. Mientras algunos sectores de la oposición venezolana ven esto como el respaldo definitivo que necesitaban, gobiernos de la región han expresado su preocupación por una posible escalada bélica que desestabilice a todo el continente. Por su parte, el régimen de Maduro ha respondido calificando a Trump de «belicista» y asegurando que están preparados para resistir cualquier agresión.
