IMPACTO PANAMÁ
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La materialización del proyecto de Interconexión Eléctrica Panamá-Colombia, considerado una obra prioritaria por la administración del presidente José Raúl Mulino, avanza supeditada a la integración de un robusto componente de desarrollo social. Una reunión interinstitucional celebrada en el Palacio de las Garzas confirmó que las comunidades indígenas y rurales exigen obras de infraestructura y servicios esenciales para dar su consentimiento al megaproyecto.
El encuentro de coordinación, presidido por el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, evaluó los avances en los diálogos comunitarios, concluyendo que la clave para evitar contratiempos es abordar las demandas sociales.
Comunidades Ponen Condiciones al Proyecto
La Interconexión, que busca fortalecer la resiliencia energética de Panamá y habilitar el intercambio eléctrico regional, atraviesa zonas de pueblos originarios en Darién y Kuna Yala. Sus pobladores han manifestado su apoyo, siempre y cuando el proyecto, liderado por Interconexión Eléctrica Colombia Panamá S.A. (ICP) (conformada por ETESA y Grupo ISA), incluya beneficios directos.
Las demandas sociales clave giran en torno al concepto de desarrollo integral:
- Conectividad Vial: Se exige la construcción de una carretera que una la Carretera Panamericana con la comunidad de Mulatupu.
- Servicios Básicos: Planes de electrificación rural para 730 hogares en Nurra, Mortí, Ualá y Sasardí–Mulatupú.
- Impacto Social: Traslado de la Escuela Asnati e inversión en áreas como educación, salud y apoyo a actividades productivas para garantizar la seguridad alimentaria.
El Megaproyecto como «Corredor Ambiental Sostenible»
La interconexión eléctrica es uno de los tres componentes del llamado Corredor Ambiental Sostenible, junto con la infraestructura vial y los planes de electrificación rural. La línea, con una capacidad de transporte de 400 megavatios, está diseñada en tres tramos:
- Un tramo terrestre de 220 km desde Ciudad de Panamá hasta Mulatupu, Kuna Yala.
- Un tramo marino hacia Necoclí, en Colombia.
- Un tramo terrestre final hasta Montelíbano, Colombia.
Cronograma Clave para Inicios de 2026
El gobierno ha establecido un cronograma acelerado para el proyecto. En lo que resta del año, se debe dar cumplimiento a las subsanaciones en la presentación del Estudio de Impacto Ambiental.
Para inicios de 2026, se espera que queden definidos tres aspectos cruciales para la viabilidad de la obra:
- La propuesta del sistema de remuneración.
- La aprobación del reglamento de electrificación rural.
- El esquema de financiamiento del proyecto.
En cuanto al diálogo social, quedan pendientes reuniones de consulta con el Congreso Wargandí, las autoridades de Alto Bayano (en enero) y el Congreso Extraordinario Guna Yala (en marzo). El encuentro interinstitucional contó con la participación de ministros clave como Lucy Molinar (Educación), José Luis Andrade (Obras Públicas), Jaime Jované (Vivienda) y la viceministra Doris Bill Fábrega (Asuntos Indígenas).
