Tras su contundente victoria en el balotaje frente a la candidata comunista Jeannette Jara, José Antonio Kast se dirigió al país en su primer discurso como presidente electo, delineando un mandato centrado en la restauración del orden, el cumplimiento irrestricto de la ley y el diálogo nacional.
El líder del Partido Republicano insistió en que su victoria representa la esperanza de un «Chile que trabaja, que madruga y que solo quiere vivir tranquilo», prometiendo un gobierno cercano que atienda honestamente los problemas de los ciudadanos que, a su juicio, se han sentido «solos, que no las escuchaban ni las defendían».
El Restablecimiento del Estado de Derecho como Prioridad
Kast fue enfático en que la seguridad y el respeto a la ley serán pilares absolutos de su administración, sin dejar lugar a ambigüedades.
🗣️ «Vamos a restablecer la ley en todas las regiones, sin privilegios ni excepciones. Son los ciudadanos quienes merecen atención, no quienes detentan poder.»
En materia migratoria, el presidente electo fue tajante al advertir: “El que no cumpla la ley se tiene que ir”, extendiendo esta advertencia a todo extranjero residente legal que infrinja la normativa chilena, al tiempo que agradeció a quienes contribuyen al país.
Un Llamado a la Unidad y la Crítica Constructiva
A pesar de la profunda polarización que marcó la campaña, Kast hizo un llamado a la unidad, asegurando que gobernará «para todos los chilenos». Reconoció el esfuerzo de sus adversarios y prometió que el respeto marcará su gestión.
- Respeto al Adversario: Afirmó que nadie debe ser agredido por pensar distinto, incluso hacia la oposición.
- Diálogo y Autocrítica: Subrayó la gravedad de problemas nacionales como la crisis de salud, e instó a construir soluciones con diálogo y autocrítica, sin «temer a la crítica, cuando se trata de construir y mejorar».
Kast anticipó que su primer año de gobierno será particularmente difícil debido a la situación de las finanzas públicas y la inseguridad, por lo que su objetivo principal es centrarse en: «Chile, siempre Chile primero».
El discurso concluyó con una promesa de recuperar los valores republicanos: “Sin paz no hay democracia, y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre”.
IMPACTO PANAMÁ