El régimen chino enfrenta una creciente presión para reanimar su economía tras el deterioro de indicadores clave en noviembre, lo que evidencia la debilidad de la demanda interna. A pesar de registrar un superávit comercial récord de 1 billón de dólares en los primeros once meses del año (subrayando una fuerte dependencia de las exportaciones), el consumo y la inversión presentan desafíos estructurales que complican la estabilidad de la segunda economía mundial.
Los datos recientes publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China reflejan una desaceleración alarmante en varios frentes.
Desaceleración Crítica del Consumo e Inversión
El indicador más preocupante es el comportamiento de las ventas minoristas, un barómetro crucial del gasto de los consumidores:
- Ventas Minoristas: Crecieron solo un 1.3% interanual en noviembre, el nivel más bajo desde 2022. Esta es la racha de enfriamiento más prolongada desde 2020.
- Inversión en Activos Fijos: Cayó un 2.6% entre enero y noviembre, una contracción que se está profundizando y se cuenta entre las peores en la historia reciente del país.
- Sector Inmobiliario: La inversión se redujo un dramático 15.9% en el mismo periodo, y los precios promedio de la vivienda en las 70 principales ciudades cayeron un 2.8% interanual.
Si bien la producción industrial se mantuvo positiva (crecimiento del 4.8% en noviembre), y la tasa de desempleo urbano se estabilizó en 5.1%, el desequilibrio entre el músculo exportador y la fragilidad interna es insostenible.
Advertencia del FMI y Respuesta del Régimen
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado que China es «demasiado grande» para depender únicamente de sus exportaciones y ha instado al régimen a profundizar las reformas para reorientar su economía hacia el consumo interno. El dominio manufacturero chino, advierte el FMI, podría agravar las tensiones comerciales a nivel global.
En respuesta a la presión, los líderes del Partido Comunista, reunidos en la reciente Conferencia Central de Trabajo Económico, se han comprometido a priorizar el apoyo a la demanda doméstica en 2026. Los funcionarios anunciaron medidas para:
- Fortalecer el consumo y aumentar los ingresos de los hogares.
- Estabilizar la inversión y fomentar la adquisición de viviendas existentes para destinarlas a vivienda asequible.
A pesar de estos compromisos, la planificación económica a largo plazo sigue enfocada en la autosuficiencia industrial, el desarrollo de tecnología de punta y la manufactura avanzada, priorizando la consolidación de China en la economía global por encima de un cambio estructural inmediato hacia el consumo.
IMPACTO PANAMÁ