Un informe del Comité del Senado de Estados Unidos, presidido por Bernard Sanders, advierte que la automatización y la inteligencia artificial (IA) podrían eliminar hasta 100 millones de empleos en la próxima década. Este hallazgo, divulgado por el New York Post, señala que trabajadores de comida rápida, asistentes de enseñanza, conductores y personal de enfermería son los más vulnerables. El auge de tecnologías como ChatGPT está acelerando el reemplazo de tareas humanas, marcando un punto de inflexión en el mercado laboral estadounidense.
Según el informe, modelos basados en ChatGPT estiman que 97 millones de empleos podrían desaparecer en los próximos diez años. El New York Post detalla que casi el 90% de los trabajadores de comida rápida, el 65% de los asistentes de enseñanza y cerca de la mitad de los conductores de camión y enfermeras enfrentan el riesgo de ver sus funciones automatizadas. Dario Amodei, de Anthropic, advierte que la IA podría eliminar la mitad de los empleos de oficina de entrada, lo que elevaría la tasa de desempleo al 10% y 20% en un plazo de uno a cinco años.
Un análisis de OpenAI, recogido en el mismo documento, señala que el 46% de los empleos podrían experimentar la automatización de más de la mitad de sus tareas. El informe del Senado subraya que empresas como Amazon y Walmart ya han eliminado decenas de miles de empleos debido a la automatización. Amazon, por ejemplo, ha despedido a 27.000 empleados desde 2022 y prevé nuevas reducciones de plantilla gracias a la IA. Walmart ha eliminado 70.000 puestos en cinco años, incrementando sus ingresos en USD 150 mil millones.
UnitedHealth Group planea recortar al menos 30.000 empleos y espera que la IA gestione más de la mitad de sus llamadas en 2025. El World Economic Forum indica que el 40% de las empresas planea reducir su plantilla por la adopción de inteligencia artificial. Sanders advierte que el ritmo actual de cambio es mucho más acelerado que en el pasado, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del trabajo.
El informe del Comité del Senado recoge la estimación de McKinsey, que calcula que la inteligencia artificial puede automatizar entre el 60% y el 70% del tiempo laboral actual. Esta rapidez en la transición tecnológica ha intensificado el debate sobre la seguridad laboral y la capacidad de adaptación de la fuerza de trabajo. Desde 1973, la productividad laboral en Estados Unidos aumentó un 150% y los beneficios corporativos más de un 370%, pero los salarios reales promedio han caído casi USD 30 semanales. La desigualdad económica se agrava, con el 1% más rico del país poseyendo más riqueza que el 93% inferior.
En 2024, casi uno de cada cuatro trabajadores ganaba menos de USD 17 por hora, y la tasa de sindicalización se sitúa en el 9%, su nivel más bajo desde 1909. El informe atribuye la aceleración de la automatización a la estrategia de grandes corporaciones que buscan reducir costos laborales. Empresas tecnológicas como Salesforce, Mechanize y Artisan promueven abiertamente la sustitución de trabajadores humanos. En el sector del transporte, compañías de camiones autónomos destacan la eliminación de costos laborales y de formación como ventajas competitivas.
El gobierno federal, según el informe, ha favorecido la automatización mediante la eliminación de regulaciones de seguridad y la expansión de subsidios fiscales a la automatización por USD 360 mil millones en diez años. Sanders y otros legisladores demócratas han propuesto medidas como la reducción de la semana laboral a 32 horas sin disminución salarial, la implementación de un “impuesto al robot” y la expansión de la propiedad de los trabajadores en las empresas.
El informe del Comité del Senado sugiere también compartir al menos el 20% de las acciones corporativas con los empleados y permitir que el 45% de los asientos en los directorios sean elegidos por trabajadores. Mientras la inteligencia artificial redefine el mundo laboral, persiste la preocupación de que, sin una intervención decidida, la brecha económica y social se amplíe aún más, dejando a millones de trabajadores en una situación de creciente vulnerabilidad.