El Consejo de Gabinete aprobó el proyecto de ley 24-25, que modifica la Ley 42 de 2011 y establece la reactivación del uso de bioetanol anhidro como aditivo oxigenante obligatorio al 10% en las gasolinas que se comercializan en el país.
Un proyecto consensuado con la industria
La iniciativa fue discutida y consensuada con la industria, las empresas petroleras y el sector agropecuario, marcando un paso importante hacia una política energética más sostenible y alineada con las tendencias globales de transición verde.
El nuevo esquema también fija que el combustible mezclado con bioetanol tendrá un impuesto homologado de 60 centésimos por galón, garantizando reglas claras para todos los actores del mercado.
Rol de la Secretaría Nacional de Energía
La Secretaría Nacional de Energía será la entidad encargada de desarrollar y ejecutar programas estratégicos para la promoción de biocombustibles. Entre sus atribuciones estarán:
- Establecer los porcentajes, proporciones y volúmenes de mezcla de hidrocarburos con biocombustibles.
- Impulsar estudios de tecnologías de producción y uso de bioenergía.
- Promover proyectos de generación y cogeneración de energía eléctrica a partir de biomasa.
- Recomendar instrumentos legales y económicos que faciliten la incorporación de biocombustibles en el país.
Coordinación interinstitucional
El proyecto contempla una estrecha coordinación con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para diseñar legislación fiscal e incentivos que fortalezcan el cultivo, la agroindustria y la producción de biocombustibles.
Asimismo, junto con el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), se elaborarán y actualizarán los reglamentos técnicos que regulen la producción, mezcla, distribución y comercialización de biocombustibles en Panamá.
Impulso a la sostenibilidad y al agro nacional
La aprobación de este proyecto no solo representa un avance en la política energética nacional, sino que también abre oportunidades para el sector agropecuario, al incentivar nuevos cultivos destinados a la producción de bioetanol y fortalecer la agroindustria local.
Con esta medida, Panamá busca posicionarse en la región como un país comprometido con el desarrollo sostenible, la reducción de emisiones y la diversificación de su matriz energética.