IMPACTO PANAMÁ
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Tras una intensa noche de bombardeos aéreos, el ejército israelí ha anunciado el inicio de una operación ampliada en Ciudad de Gaza, con el objetivo de «destruir la infraestructura militar de Hamás». La advertencia a los residentes para que se trasladen al sur marca una escalada significativa en el conflicto, alejando aún más la posibilidad de un alto el fuego a pesar de las semanas de esfuerzos diplomáticos. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró que «Gaza está ardiendo», reflejando la intensidad de la ofensiva. Aunque no se ha proporcionado un calendario preciso, medios israelíes sugieren que la operación podría extenderse por meses.
En paralelo, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se ha trasladado a Qatar para reunirse con su emir, buscando soluciones diplomáticas ante la creciente indignación por el reciente ataque israelí que cobró la vida de miembros de Hamás y un funcionario de seguridad local. A pesar de la condena de naciones árabes y musulmanas en una cumbre reciente, no se han tomado acciones significativas contra Israel, lo que subraya la dificultad de influir en la conducta israelí en este prolongado conflicto. Sin embargo, Egipto ha endurecido su discurso, refiriéndose a Israel como «el enemigo» por primera vez en años.
Rubio, antes de partir de Israel, insinuó el inicio de la ofensiva sobre Ciudad de Gaza, enfatizando la urgencia de un acuerdo negociado. «Creemos que tenemos una ventana de tiempo muy corta en la que se puede llegar a un acuerdo», afirmó, reconociendo los peligros de una campaña militar intensificada para la población de Gaza. La prioridad, según Rubio, es lograr un acuerdo que desarme a Hamás, preferiblemente a través de la negociación, aunque reconoció que el tiempo se agota.
Según un funcionario militar israelí, que prefirió el anonimato, la «fase principal» de la operación en Ciudad de Gaza ha comenzado, con tropas avanzando desde las afueras hacia el centro de la ciudad. Se estima que entre 2.000 y 3.000 milicianos de Hamás permanecen en la ciudad, utilizando túneles como parte de su infraestructura. El ejército israelí calcula que aproximadamente 350.000 personas han abandonado Ciudad de Gaza, lo que representa un tercio de su población antes de la ofensiva. Esta cifra contradice estimaciones de la ONU, que indican que más de 220.000 palestinos han huido del norte de Gaza en el último mes.
El martes, se observaron extensos atascos en la carretera costera de Gaza, con vehículos cargados de pertenencias y personas huyendo a pie. Se estima que un millón de palestinos residían en la región de Ciudad de Gaza antes de las advertencias de evacuación. Un gráfico militar israelí sugiere que, al finalizar la operación, sus tropas controlarán toda la Franja de Gaza, excepto una franja a lo largo de la costa.
Residentes palestinos informaron de intensos bombardeos en toda Ciudad de Gaza. El Hospital Shifa, en la ciudad, había recibido los cuerpos de 34 personas fallecidas en los ataques hasta el mediodía, según el doctor Rami Mhanna, con decenas de heridos llegando al lugar. El doctor Mohamed Abu Selmiyah, director del Hospital Shifa, describió una noche «muy dura en Gaza», con bombardeos incesantes. El ejército israelí no ha emitido comentarios sobre estos ataques, pero ha acusado a Hamás de construir infraestructura militar en áreas civiles.
Paralelamente, familiares de los rehenes retenidos en Gaza se manifestaron frente a la residencia del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, instándolo a detener la operación en Ciudad de Gaza. Algunos instalaron tiendas de campaña como forma de protesta. Einav Zangauker, madre de Matan, un rehén en Gaza, expresó su desesperación y exigió la liberación de su hijo y los demás rehenes. Israel estima que alrededor de 20 de los 48 rehenes restantes están vivos. Hamás ha condicionado la liberación de los rehenes a la liberación de prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero y la retirada israelí de Gaza.
La guerra en Gaza se desencadenó tras el ataque de combatientes liderados por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de aproximadamente 1.200 personas y el secuestro de 251. La respuesta israelí ha causado la muerte de al menos 64.871 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Egipto, tradicionalmente mediador en el conflicto, ha endurecido su postura contra Israel. El presidente egipcio, Abdul Fatá el Sisi, se refirió a Israel como «un enemigo», marcando un cambio significativo en el discurso desde el establecimiento de lazos diplomáticos en 1979.
