Lo que por décadas estuvo condenado al silencio y al deterioro, hoy se prepara para renacer con todo su esplendor. En las faldas del emblemático Cerro Ancón, la llamada Villa Diplomática, un imponente caserón que en tiempos del siglo pasado fue residencia de los jefes del Comando Sur estadounidense, se alista para volver a brillar como símbolo de memoria histórica y de patrimonio recuperado.
El Ministerio de la Presidencia ha anunciado la inversión de $7.1 millones para la restauración de este espacio, que dejó de ser un referente del poder diplomático extranjero y que ahora se transformará en un emblema nacional. Con este esfuerzo no solo se rescata una estructura arquitectónica, sino también parte de nuestra historia, la cual por años había permanecido en el olvido.
En su época, la Villa Diplomática fue testigo de reuniones, decisiones estratégicas y momentos clave en la relación entre Panamá y Estados Unidos durante la administración de la Zona del Canal. Sus amplias estancias y jardines fueron escenario de visitas oficiales y encuentros que marcaron una parte importante de nuestra vida republicana.
Hoy, el proyecto busca devolverle la vida, pero desde una nueva perspectiva: el lujo al servicio de la memoria, donde el pasado se reinterpreta en beneficio del presente y del futuro. El proceso ya ha iniciado con la convocatoria a licitación, en la que participaron 15 empresas interesadas. Finalmente, solo dos presentaron propuesta: Constructora Pacífico Atlántico, con una oferta de $6.5 millones, y Construction Management Group Inc. (CMG), con una cifra muy cercana al precio de referencia.
Con este rescate patrimonial, el gobierno no solo construye un espacio renovado, sino que fortalece la identidad nacional al recuperar lugares cargados de historia. Así, la Villa Diplomática dejará de ser un símbolo de abandono para convertirse en un orgullo panameño, recuperando su brillo en las faldas del Cerro Ancón, donde Panamá recuerda que su pasado es la base de su futuro.