La inflación en Estados Unidos sorprendió en agosto al registrar un aumento del 2.9% interanual, marcando el mayor incremento desde enero de 2025. Este dato, impulsado por el aumento en los precios al consumidor, genera preocupación sobre la estabilidad económica y el futuro de las tasas de interés.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0.4% en agosto, superando las expectativas de los economistas encuestados por Reuters, quienes habían pronosticado un aumento del 0.3%. En julio, el IPC había aumentado un 0.2%. Este repunte de la inflación podría complicar las decisiones de la Reserva Federal (Fed) en su próxima reunión.
El informe del IPC ha reavivado los temores de una posible estanflación, un escenario económico caracterizado por una alta inflación y un lento crecimiento económico, especialmente tras las recientes señales de debilidad en el mercado laboral estadounidense.
Un factor que podría influir en el aumento de los precios es la implementación de aranceles generalizados por parte del presidente Donald Trump. Aunque el impacto ha sido gradual hasta ahora, se espera que los precios se aceleren en los próximos meses a medida que las empresas agoten sus inventarios previos a los aranceles. Encuestas empresariales ya han advertido sobre inminentes subidas de precios.
«La evidencia es abrumadora de que se avecina más inflación relacionada con los aranceles, aunque todavía pueden pasar varios meses antes de que se transmita plenamente», advirtió Stephen Stanley, economista jefe de Santander U.S. Capital Markets.
Excluyendo los volátiles componentes de alimentos y energía, el IPC subyacente también mostró un aumento del 0.3% en agosto, manteniendo el mismo ritmo que en julio. En los 12 meses hasta agosto, la inflación subyacente se elevó un 3.1%, igualando el dato de julio. Este indicador es crucial para la Reserva Federal, que lo utiliza para evaluar las presiones inflacionarias a largo plazo.
A pesar de estas cifras, el mercado aún espera que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en su reunión de política monetaria del próximo miércoles. Ya se ha descontado una reducción de un cuarto de punto porcentual. La Fed, que sigue de cerca los índices de precios del gasto en consumo personal (PCE) para alcanzar su objetivo de inflación del 2%, había detenido su ciclo de relajación en enero debido a la incertidumbre sobre el impacto inflacionario de los aranceles.
Antes de conocerse los datos del IPC, los economistas estimaban que la inflación subyacente del PCE aumentaría un 0.3% en agosto por tercer mes consecutivo, lo que se traduciría en un incremento anual del 3.1%, una aceleración respecto al 2.9% registrado en julio. La evolución de la inflación y su impacto en el mercado laboral sin duda pondrán a la Reserva Federal y a los estadounidenses en una situación difícil, obligándolos a equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad de los precios.